Coctelera

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Buenas, caro Magino. Entonces tenemos que ya los partidos Revolucionario Dominicano y de la Liberación Dominicana tienen sus candidatos presidenciales para los comicios del 16 de mayo del año próximo. Falta, ahora, la elección en el Partido Reformista Socialcristiano, para completar el asuntito entre los llamados “tres grandes”.

Todos nos quejamos de lo larga que es la campaña electoral. Las quejas vienen con la Junta Central Electoral (JCE) a la cabeza. Pero dado que los partidos llamados mayoritarios han escogido sus candidatos presidenciales, si se acorta la campaña, ¿qué se hará con esos candidatos? ¿Recesarlos hasta que la campaña comience? Mire, Maginito, no sea pendejo y seamos pragmáticos. Usted verá que es con duro que se va a jugar de aquí en adelante… Muchos nos alegra, viejo cantor, el hecho de que se pregone a los cuatro vientos que habrá un acuerdo con los médicos, en cuanto a los honorarios a recibir por éstos, a contar del primero de junio venidero, cuando comiencen las consultas y demás yerbas en el régimen contributivo del seguro familiar de salud (SFS). El sindicato que agrupa a los médicos, con razón, se ha negado a aceptar la oferta original para pagarles un chinchín por su trabajo. No es posible aspirar que un médico cobre 175 pesitos de los podridos por consulta. Se habló, inclusive, de cubrir 7,000 de los hediondos por un parto. Pero de esa suma, viejo padrote, hay que pagar quirófanos, materiales, al pediatra que recibe la criatura, al gineco obstetra que hace el parto y al anestesista. Como usted verá, esa es una barbaridad… Desde luego, Maginito, no nos llamemos a engaños, el sindicato que agrupa a los médicos ha desarrollado una especie de lucha en la cual coloca, por encima de todas las cosas, el aspecto económico. No seamos más pendejos de la cuenta. Y lo mismo hacen las llamadas Administradoras de Riesgos de Salud, las populares ARS. Mire, viejito verde, de acuerdo al diccionario de la Real Academia de la Lengua, la palabra riesgo se define así: “peligro, contingencia de un daño. Cada una de las contingencia que cubre un contrato de seguro”. Se entiende, querido Magino, que las ARS, como negocios que son, aspiren buenos beneficios en sus operaciones. Ahora bien, eso no significa que, necesariamente, en cada ejercicio logren ganancias. Administrar riesgos también supone que pueden operar, en un momento determinado, con pérdidas. No se trata, simple y llanamente, de un negocio en que entran cien pesos, se gastan setenta y hay treinta de beneficios. ¿Se imagina usted, caro Magino, que ese criterio imperara, por ejemplo, para enfrentar la tragedia del Katrina en Nueva Orleans, aunque no se tratara de administradora de riesgos de salud, sino de seguros en general?… A las ARS corresponde un aspecto vital en el SFS. Son las ARS las llamadas a conciliar intereses con los médicos, a lograr un acuerdo en cuanto a los honorarios se refiere y a pagar a los profesionales de la salud por sus servicios. Es por eso que resulta discutible, hasta cierto punto, que se aspire a que los costos médicos se transfieran, en una forma u otra, a los afiliados al SFS. Tenemos entendido que la ley, por otra parte, establece que esos costos corresponden a las ARS. Aparentemente, don Magino, quienes objetan que el usuario del SFS tenga que pagar cien pesos por cada consulta, tienen más razón que el carajo. Y mucho menos puede apoyarse eso de que realicen “un plan complementario” cuando consulten a los especialistas. Ya es bastante jodedera con eso de que para los tratamientos ambulatorios se contará con 3,000 pesos al año destinado a la adquisición de medicamentos. Se necesita ser muy caretudo para no darse cuenta de que esa suma representa unos siete centavos diarios y que cualquier medicamento ya casi cuesta los tres mil cocos establecidos… Junto a eso, también llama la atención una declaración producida por el superintendente de Salud y Riesgos Laborales (SISASRIL), quien descubre el hilo en conitos cuando afirma que la clase media tendrá que pagar más por el SFS, aún cuando no dice que también tendrá menos beneficios que en la actualidad. Ese funcionario, en reportaje publicado por El Caribe, asegura que quienes ganan más de 25,000 (se supone que al mes) tendrán una carga más pesada “por que alguien tiene que sacrificarse”. ¿Timbaludo, verdad?… De todos modos, Maginito, tranquiliza un tanto la posibilidad de que se superen escollos y que el primero de junio puede comenzar un trabajito que es vital para el buen desenvolvimiento de la sociedad dominicana. La ley en esa materia necesita cambios, cambios sustanciales, que pueden realizarse sobre la marcha, pero sin paralizar un programa tan necesario como es el SFS.

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