Coctelera

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Para comenzar, viejo Magino, una preguntita muy sana: dado que los nuevos gravámenes serán propuestos por «consenso», es válida la pregunta de quien o quienes representan a los pobres contribuyentes en ese consenso. No, por nada… Está muy bien eso de que tropas de la Policía Nacional patrullen barriadas de Santo Domingo para prevenir desórdenes, para mantener la tranquilidad en distintas zonas.

Está muy bien, Maginito, que se busquen delincuentes en esas barriadas, de esos que intranquilizan a una población con derecho a la paz, el sosiego. Pero algo es evidente: la permisividad con otra clase de delincuentes, de esos que no tiran piedras ni se atacan a balazos, ha generado, en gran medida, cuanto pasa en los barrios. La delincuencia ha debido castigarse donde quiera que se encuentre, no importa un carajo el color que vista, ya sea amarillo, azul, gris o tornasol. El delincuente, delincuente es. Y se acabó… Algo que sería bueno aclarar: ¿en qué consiste la «ayuda militar» que presta Estados Unidos a este desgomado Estado caribeño? ¿Es necesaria, imprescindible, la citada ayuda o se trata, simple y llanamente, de un ejercicio más de poner el trasero para que el «hermano grande» lo patee? No, por nada, pero como el presidente George Bush acaba de desbloquear la «ayuda militar» a los dominicanos. Desde luego, ese desbloqueo tiene su precio: este país de rompe y raja no reconoce la Corte Internacional de Justicia cuando de juzgar soldados norteamericanos se trata. Lo triste del caso es que hay camajanes que justifican el entreguismo al cubo, por el hecho de que el noventa por ciento del comercio exterior criollo es con el imperio que ha producido figuras de la talla de Babe Ruth, Joe Louis, Althea Gibson, Hugo Black, Henry Ford, J. P. Morgan, Rintintín, Billy Graham y Al Capone… Será cierto, Maginito adorado, que el ex-presidente Hipólito Mejía le dejó la mano en el aire a un funcionario gubernamental que fue a saludarle en la embajada de los Estados Unidos. El expresidente acudió allí a los festejos del pasado 4 de julio. Si eso es verdad, ni modo, se lo buscó el propio funcionario, por lambón… Ya que se habla de don Hipólito, correcta es su posición al pedir a los legisladores de su partido que aprueben el TLC, creación de su gobierno. Y hay que discutir, además, eso que dice Hipólito, que los productores agrícolas tienen un período de veinte añitos para el desmonte arancelario. Cualquiera creería, por la prisa empresarial, que el plazo para el desmonte citado es de 24 horas después de aprobado el TLC. Ahora bien, Maginito, Hipólito tiene que comprender que el gobierno sí necesita recaudar, por cualquier vía, los dineritos que dejará de recibir al ponerse en ejecución el TLC. En eso, no se puede ser mezquino. Como tampoco el gobierno puede ser espléndido con quienes tienen de todo, en desmedro de quienes no tienen nada y de quienes se van quedando hasta sin ruedos en los pantalones por los tributos abusivos….. Hoy, caro Magino, se recogen los bates en el Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC), que tiene mañana su convención para elegir las máximas autoridades de la agrupación. Feliz viaje al PRSC, un partido que es necesario para la desordenada democracia quisqueyana… Magino, hay que consignar el pesar que nos embarga por el fallecimiento del doctor Servio Tulio Almánzar Frías. Fuí su amigo durante muchos años. Como lo fuí de su padre, el gran periodista Armando Almánzar, uno de mis maestros en La Nación. Armando fue un hombre recto, honesto, intransigente en la defensa de sus ideas y enemigo jurado de lo mal hecho. Servio Tulio fue una copia al carbón de su digno padre. En los cargos públicos que desempeñó nunca se prestó a vagabunderías. Es más, caro Magino, se puede afirmar que Servio Tulio fue más rosca izquierda que su progenitor. Que es mucho decir. En HOY le recordaremos siempre con mucho cariño. Y recordaremos, también, sus verticales posiciones sustentadas en centenares de artículos que escribió para este diario y las que mostraba en las informales reuniones dominicales. Paz a los restos del viejo y querido amigo y nuestro pésame a sus familiares.

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