Coctelera

Coctelera

Mi querido Magino, tenga usted muy buenos días y espero que descansara, como se merece, durante todo el Día del Trabajo. Pese a que creo que Freddy Miller Otero tenía toda la razón cuando expresaba que Radiotelevisión Dominicana era el manicomio mejor organizado en el área del Caribe, en la planta televisora había algo en lo que no se podía fallar; la llamada “rifa gratis para los oyentes”.

Esa “rifa”, que se describía como una forma de premiar la lealtad de los oyentes de la emisora manejada por el general José Arismendy Trujillo Molina (Petán), en realidad lo que constituía era una gran fuente de ingresos para quien se identificaba como fundador-presidente-tesorero del “palacio radiotelevisor” y que no era otro que el polémico hermano del dictador Rafael L. Trujillo Molina….q  ¿Cómo nació esa “rifa gratis para los oyentes? Eso, al parecer, no es muy fácil de establecer, en cuanto a fecha se refiere. Lo que sí se sabía, por lo bajo, era que esa “rifa” fue concebida por dos hermanos mafiosos, extranjeros ellos según se comentaba, uno residente en San Juan de Puerto Rico y otro en La Habana. Como Radiotelevisión Dominicana era una emisora con tremendo alcance, los hermanos mafiosos viajaron a Santo Domingo y propusieron a Petán Trujillo que se transmitieran varios “sorteos” al día y que al general se entregaría parte de los beneficios que dejara el negocio que se iba a establecer. Se acordó que ellos, los hermanos mafiosos, enviarían un listado con los números “agraciados” en cada “rifa”, y cabe suponer que se trataba de los números menos “cargados” en la bolita que se jugaría en San Juan, La Habana, Caracas y hay quienes la situaban también en Panamá, Aruba y Curacao…..q  El negocio comenzó a operar y quienes escuchaban Radiotelevisión Dominicana, en el país, varias veces al día oían la voz de Manuel Antonio Rodríguez (Rodriguito), el mismo del “reportero policial”, o del “informador policíaco”, cuando anunciaba los números ganadores de cada “rifa gratis para los oyentes”. No recuerdo bien,  pero creo que Roberto Félix fue el primer locutor del “sorteo”. Para mayor seguridad, los rectores del “manicomio” de Miller Otero, habían dispuesto que los resultados de los “sorteos”, previamente fueran grabados. Y solo risas causaba escuchar a Rodriguito cuando decía, al finalizar cada “rifa”, que se felicitaba a los agraciados, quienes podían pasar a buscar sus premios “cuando lo juzgaran oportuno”. Risa también provocaban los nombres de los “ganadores”, sobre todo en épocas de béisbol profesional. Por ejemplo, “agraciados” eran Chiquitín Formental, combinando el apodo de Chiquitín Cabrera con el apellido de Pedro Formental. Mucha “suerte” también tuvo Lucas Olivo, el apodo de los hermanos Saint-Claire con el apellido de Guayubín o Chichí Olivo….q  Desde luego, Maginito, la creatividad de los criollitos no es una pendejadita, y pese a la represión existente, por aquí surgieron los boliteros que hacían sus rifas en combinación con los resultados que daba Radiotelevisión. El Coctelero, por ejemplo, jugó durante meses y meses el número 18, que nunca salió, pagado a una señora que llevaba dos listas al día, “de los sorteos Sudorina”, como ella decía. La Policía reprimía y de vez en cuando echaba el guante a algunos boliteros, pero en esa época, también, había agentes que jugaban sus números y se hacían de la vista gorda con los riferos. Como usted verá, Maginito, se comprobaba la tesis Miller Otero de que el manicomio estaba muy bien organizado… q  En una ocasión, viejo verde, hubo tremendo corredero en RTD. Se comentó que el hijo menor de Trujillo, Rhadamés, “enamoraba” en el cine de la planta, a una hija de Petán. El tío acudió al recinto y dijo barbaridades a Radhamés, amenazándole con darle una paliza. Se especuló que Rhadamés dió cuenta a su madre de lo que había pasado, y que la esposa del dictador, María Martínez de Trujillo, vistiendo pantalones y sin “arreglarse”, acudió a RTD, pero ya Petán, advertido de la visita, salió hacia su feudo de Bonao. Se cuenta que doña María dio órdenes a un oficial del SIM para que “arrancara la cabeza” a uno de los más colaboradores de Petán, pero que ese oficial, que sabía como se batía el cobre en la época, puso en autos al señalado para ser ejecutado, pidiéndole que se fuera inmediatamente a Bonao y no se apartara de Petán un solo instante, ni para ir al baño, en lo que bajaba la marea. Efectivamente, la marea bajó pocos días después, cuando con la intervención de la madre del hombre-fuerte, doña Julia Molina viuda Trujillo, se levantaron las sanciones a Petán y éste retornó a su residencia en la San Martín con Ciudad de Miami. Fueron varias las ocasiones en que escenas similares se repitieron en cuanto a la forma presentada. Finalmente, Maginito, permítame que le diga, en respuesta a un amigo que me censura que “hable mal” de Petán Trujillo, que está muy equivocado. Nada personal contra Petán Trujillo. Jamás fui maltratado en Radiotelevisión, donde laboré como comentarista deportivo en varias ocasiones. Puedo afirmar que del general Trujillo siempre recibí un trato amable, distinguido diría yo, y mantuve con él lazos de una respetuosa amistad. Me he limitado, única y exclusivamente, a relatar episodios de una historia que considero real y no tengo la culpa de que existiera “el manicomio mejor organizado del Caribe”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas