Muy buenas, mi querido Magino. ¡Qué “tincito” formamos en América del Sur! Ahora tenemos jugando como nativa, en ese club, a la chilena Michel Bachelet, quien le rompió la parpatana a la derecha. La socialista asumirá la presidencia de la nación sudamericana y basta decir que su antecesor en el cargo, Ricardo Lagos, se va con más de un setenta por ciento de popularidad.

Ahora, en el Sur, disponemos de la señora Bachelet; Tabaré Vázquez en Uruguay; Lula da Silva en Brasil; Kirchner en Argentina; Evo Morales en Bolivia, y por ahí viene zumbando el coronel Ollanta en Perú. Esos jugadores están listos para ser “cochados” por el controversial Hugo Chávez, de Venezuela. Todo eso es para que usted después no me venga con el cuentecito de que la política latinoamericana no cambia. ¡Sí qué cambia, viejo bandido!… Como que se quieren agriar las relaciones congresuales de oposición con las del presidente Leonel Fernández. El presidente, sin dar muchas vueltas al brazo, acusa al perredeísmo que mantener una especie de tiranía con su mayoría en las Cámaras Legislativas. El PRD lo niega y señala que ha aprobado cuantos asuntos nacen en el Poder Ejecutivo, salvo los casos de la reforma fiscal y ahora el presupuesto de la nación. Mire, Maginito, no es que se tome partido en esta vainita, pero parece que los congresistas opositores tienen mucho de razón, como diría el viejo político aquel. Es verdad que la oposición le ha aprobado al peledeísmo gobernante casi todas sus cosas y se es injusto cuando se dice lo contrario ¿Llegará la sangre al río?… Los haitianófilos instalados en esta parte de la isla son tan fenómenos que se atreven a decir que 

 la tragedia lamentable en que más de veinte haitianos perdieron la vida se produce que en el país falta una política migratoria. ¿Y en Haití, no hace falta lo mismo? No evadimos responsabilidades, pero si las autoridades haitianas tuvieran control de su línea, los haitianos estarían vivos. Lo que pasa es que es más fácil acusar que fajarse a trabajar. ¡Buenos charlatanes!… La exposición hecha por el presidente Leonel Fernández hace unos días, en la que trata admirablemente en tema haitiano, duró alrededor de unos cuarenta minutos. ¿Y qué? Sería muy conveniente que los organismos oficiales de lugar editaran el texto en un folleto y lo distribuyeran a nivel nacional. Eso sería útil a la nación. ¿Que el trabajo costaría carito? ¿Y qué? ¿Acaso no se botan en este país, en porquerías, muchísimos millones de pesos al año?… Leímos ayer, mi docto Magino, el artículo “Frente al Destino”, que publicó el doctor Euclides Gutiérrez Félix en El Nacional. Mire, viejo vagabundo todo cuanto dice Euclides en relación con el caso haitiano es muy cierto y sus concepciones sobre el caso domínico-haitiano carecen de desperdicios. Lástima grande que todo ese material preparado por Euclides deje de ser repartido en las escuelas, sobre todo en las públicas, pues ya es tiempo que muchos estudiantes boca de burros dejen de creer que Antonio Duvergé era el tercera base del Licey…  Lo de la laguna esa en al Núñez de Cáceres es algo que pasa de castaño oscuro. No es posible que gobiernos vengan y gobiernos vayan, y la laguna ahí. Hemos visto que parte de las obras  para esa pendejada llegan a la Bolívar, en un túnel más costoso que el carajo. Lo que no entendemos es que ni siquiera se presupueste terminar la pendejada esa y la cuestión llegue al extremo de que conservadores residentes en varios barrios se lancen a las calles, con pancartas, para pedir la terminación de los trabajos. ¿Qué es lo que pasa ahí, mi querido Magino?