Coctelera

Coctelera

 En el manicomio organizado, como definía Freddy Miller Otero a Radiotelevisión Dominicana, existían los llamados “observadores radiales”, aislados en sus pequeños “estudios” y cuya misión consistía en chequear todo cuanto saliera al aire. De los informes de fallas presentados por esos observadores, salían cancelaciones, multas y otras cosuanitas. Pero eso no impedía que locutores se equivocaran, como seres humanos que eran. Uno de esos locutores fue Julio Alberto Fabián Damirón, quien años después ganaría enorme popularidad como “Don Polito” en la Z… 

 Equivocaciones incurridas por Fabián Damirón eran tan obvias, que mucha gente creía que lo hacía exprofeso. Pero los hechos siempre mostraron que eso no era así. En una ocasión, Fabián Damirón fue víctima hasta de un breve arresto, pues al leer que el dictador Trujillo había asistido a la inauguración del Seminario Santo Tomás de Aquino, refirió que el hombre fuerte se hizo presente en la apertura del “sanitario” Santo Tomás de Aquino. Pero no se conformó con eso. De inmediato agregó que Trujillo y su saquito llegaron a las 8 de la noche, por decir que Trujillo y su séquito arribaron a esa hora… 

 Los anuncios comerciales, en la época que refiero, aparecían en unos cuadernillos generalmente formados por folders cortados por la mitad. Los locutores tenían que leer. Pues bien, el amigo Fabián Damirón recibió un cuadernillo con la advertencia de que allí se anunciaba un cliente que no quería menciones en parte alguna y que había dado gran trabajo conseguirlo. El texto mencionaba el nombre del cliente y solo las expresiones “exportadores e importadores”. Fabián Damirón se caracterizó, con su hermosa voz, y después de mencionar el nombre del anunciante, lo calificó de “explotadores y exploradores”. Ahí mismito murió el anuncio…  En otra ocasión, mientras leía noticias en cabina, junto al maestro Billy Berroa, nuestro amigo identificó a la Primera Dama de la República como “Doña Maríz Martillo de Trujinez”. Por eso, era el entra y sale de Fabián Damirón en la planta. En RTD-TV se bromeaba muchísimo y se le decía a “La Voz de Oro” de Ramón Rivera Batista que Fabián Damirón trataba de imitarle. Rivera Batista tomaba cuerda con Fabián Damirón y le acusaba de querer plagiarle. RTD-TV transmitió la Serie Mundial de Béisbol de Aficionados celebró en Managua, Nicaragua, en 1948. Desde Managua transmitían Fidencio Garris y Félix Acosta Núñez, y al concluir la entrada, se pasaba a los estudios ubicados en la entonces Ciudad Trujillo, donde Rivera Batista, en cabina, leía las menciones comerciales. Fabián Damirón siempre daba vueltas en la cabina y Rivera Batista se molestaba, diciéndole que buscaba la forma de molestarle. Una tarde, mientras Fabián Damirón se encontraba cerca, Rivera Batista dio una metida de pata en la lectura de un anuncio, y entonces se escuchó la voz de Fabián Damirón, por el micrófono abierto, cuando le decía: “Eí tu nombre, por si acaso”… q Rivera Batista no era ninguna pendejadita. Tenía una voz preciosa y sabía leer. Pero sobrestimaba su capacidad y esa era una de sus fallas. Tenía a su cargo la animación de un programa, a las 12 del día, con la San José. En una ocasión, elogió la forma en que la orquesta interpretaba la música norteamericana y de pronto se le escuchó cuando decía: “Una prueba de eso es la interpretación que hace ahora de “come tomé”. La pieza a interpretar se denominaba “Come back to me”. Eso motivó que el viejo pianista cubano de la San José y director de La Melódica, Pepín Ferrer, le dijera: “Decano, cuídese del lenguaje para que el lobo no se lo coma a usted”… q Rivera Batista era rencoroso. En una ocasión fue víctima de un injusto ataque por parte de la entonces bellísima Rita María Rivero, reina de la radio cubana. Rivera Batista buscó la forma de que lo pusieran como animador en un programa de Rita María y a la hora de presentarla, sin hacer pausa alguna, estremeció el auditorio con su voz de trueno cuando dijo: “Y ahora Rita María Rivero canta como un perro”. No hizo la pausa para identificar que la cubana interpretaría el bolero “Como un Perro”, de su compatriota Julio Gutiérrez. Demás está decir que la cantante hizo su interpretación sin dejar de lado la histeria que le afectó… q De las travesuras de los locutores no se salvaba ni el administrador Abraham Santamaría Demorizi. Se contaba que un locutor y Santamaría se tropezaron en el ascensor y que el administrador, de buenas a primeras, sintió un olor raro. Una media hora después, el locutor, quien vive, ya retirado, recibió un memorándum en el cual se le multaba con 50 pesos “por expeler gases fétidos en el ascensor de la empresa”. ¿Era o no era manicomio organizado?

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