Coctelera

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¡A pagar pasajes caritos en las guaguas o a usar la bicicleta!… Mi querido Magino, religiosos católicos están de lo más que se yo. Enfocan, casi a diario, problemas de la vida nacional. ¡Bien hecho! Al parecer, viejo verde, obispos y sacerdotes toman sus raciones de jarabe de pico y para qué te cuento. El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, reclama a la Junta Central Electoral (JCE) que se busque una forma de acortar las campañas electorales que realizan los partidos políticos.

Y dice, con sobrada razón, que la actual forma de “hacer política” fomenta lo que llama “rentismo y clientelismo”. Las extensas campañas electorales, de acuerdo al juicio del sensato prelado, eleva el costo de la democracia, ¿O de la sinvergüenzocracia? Monseñor De la Rosa no se pierde cuando habla de que los donantes de las campañas luego recuperan sus “inversiones”. Mire, caro Magino, ¿Cómo se explica usted que un aspirante a regidor, digamos, “invierta” más de un millón de pesos en una campaña electoral, para lograr una posición teóricamente honoraria? El regidor recibirá dietas por sesión, viáticos y otras pendejuanas. ¿A quién tiene que responderle este señor, si ha recibido ese millón de pesos de un solo “donante”? ¿O cree usted en tanta vocación de servicio? ¿Y qué me dice usted de la “inversión” que tiene que hacer un aspirante a legislador? El señor que recibe para eso, después que está en eso, tiene que responder a su “donante”, que no lo es de sangre O positiva ni cosa que se le parezca. Pero así es la democracia representativa por estos lares y solares. Por eso Fidel la metió en cintura en Cuba y ahora pasan cosuanitas por América del Sur… Otro prelado dominicano que tiró paquetitos fue monseñor Gregorio Nicanor Peña, obispo de La Altagracia. De acuerdo a monseñor Peña, es falso el cargo ese que se nos hace en el sentido de que se maltrata y discrimina a los haitianos que residen en el país. El religioso, al mismo tiempo, defiende el derecho del Estado a decidir quiénes pueden vivir en esta nación. Monseñor Peña tiene autoridad para hablar pues en su diócesis hay haitianos por pipá. Los hay que se limitan a vender pinturas en las carreteras. Los hay que laboran en la industria de la construcción. En la diócesis que dirige monseñor Peña hay campos cañeros y, por tanto, hay braceros haitianos para cortar el fruto. En fin, son miles y miles los haitianos que viven en La Altagracia. Si el mal trato estuviera presente, el siervo de Dios jamás lo negaría… El presidente de la Asociación Dominicana de Zonas Francas (Adozona), el empresario Fernando Capellán, considera que para lograr la “competitividad” en el sector se necesitan estas pequeñas cositas: 1) una tasa de cambio más alta que la actual. 2) cabildeos en Washington (?). 3) recibir el apoyo de los sectores público y privado. ¡Casi nada! Bien, Magino, mientras se pueden conseguir todos y cada uno de los factores que garantizarían la “competitividad”, se podría buscar una fórmula conciliatoria para que el Banco Central colocara la prima del dólar al 50 por 1… Dice el director del Departamento contra la Corrupción (Depreco), doctor Octavio Líster, que “no se puede tapar el Sol con un dedo”. Muy bien dicho. Esa oración se populizará con el paso del tiempo. El doctor Líster produjo su histórica oración al señalar que la corrupción vuela alto en el actual período de gobierno y que hay su malversacioncita de fondos públicos. ¿No será acaso, mi querido Magino, que eso es provocado por la falta de un aparato que le rompa la parpatana al primero que le ponga la mano a un centavito colorado? ¿O es que Líster necesita una mayor voluntad política a su disposición? Mire, viejito verde, esto no es fácil, pues el gavillero estatal no suele dejar pruebas y por eso se anda con muchísimas contemplaciones a la hora de pedirle cuentas….  Ya comenzaron dirigentes de transporte de Santiago a joder la paciencia con la cuestión de la construcción del tranvía aéreo en la Hidalga de los 30 Caballeros. ¡Mucho habían dilatado!…  ¿Qué hay 54,000 estudiantes dominicanos que no han podido recibir sus títulos de bachilleres por adeudar, todavía, materias de las llamadas “pruebas nacionales? Y eso no es nada, por ahí pululan algunos profesionales que, con seguridad, tienen que haber repetido el kindergaten. Amén… Por cierto, Magino, ya que hablamos de transporte, el Listín Diario publicó el sábado una historia que espanta: miles de autobuses han tenido que ser abandonados por sus dueños, todos capitalistas privados, debido al terror que en carreteras han impuesto jerarcas del negocio. Mire, Maginito, más que por el terror, esa lacra que viene desde 1990, se debe más bien a la falta de mandarria gubernamental. No se olvide que a todo el que le dan, camina. Pero si usted se hace el pendejo, o es pendejo de nacimiento, se le montan enseguida. ¿Estamos?

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