Coctelera

Coctelera

 Que tenga buen día, mi querido Magino. Que bien comience la semana laboral. Vamos a hacer un pequeño paréntesis, para referirnos a una historia publicada ayer domingo por el Listín Diario, en su página diez, columnas cinco y seis, suscrita por Bethania Apolinar y con el título «Dificultades, Germán dice es plan en su contra publicar deterioro de escuelas». La historia, en cierto sentido, nos provoca algo de hilaridad pese a la reforma fiscal, al alto precio del petróleo y veinte mil firmas más. Pero nos apena, al mismo tiempo, que miembros del gabinete se sientan afectados por una especie de paranoia no diagnosticada. Eso, al parecer, no es exclusividad de Educación, pues secretarios de Salud los ha habido, en distintas administraciones, que ven «planes» para fastidiarlos en las denuncias de fallas en los centros de salud. Pero, ¿qué ocurre? Que cambian los secretarios y son nada menos que sus sucesores quienes confirman los males que no se corrigen por falta de voluntad política, unas veces, por ausencia de recursos económicos, las otras…

Es triste, para nosotros, que la secretaria de Educación, señora Alejandrina Germán, y siempre de acuerdo a la información citada, atribuya a «una campaña» las denuncias -con gráficas- del estado de abandono en que se encuentran cuchumil escuelas en todo el país. La funcionaria no identifica a los autores del «plan», pero de acuerdo al Listín Diario, se refirió a las denuncias constantes «de escuelas deterioradas, con filtraciones, sin butacas, baños inservibles y otras dificultades»…

Mire, Magino, no hay plan alguno en estas denuncias. Nada se inventa. Simple y llanamente, se denuncia la verdad y solo la verdad. Este periódico, mi querido viejo, publica y seguirá publicando una serie de trabajos en los cuales se destaca el mal estado en que se encuentran muchos planteles escolares. Eso se hace, única y exclusivamente, con la finalidad de que los contribuyentes se enteren de muchas cosas y no para fastidiar a doña Alejandrina o a persona alguna en particular. Aquí se siente profundo respeto por la funcionaria y a lo mejor, con las denuncias, se le sirve de buena fe, enterándola de asuntos que tal vez ella ignore por múltiples razones…

Sabido es que ni la actual secretaria ni quienes le han precedido, pueden realizar milagros, aunque Milagros se llamen. Este país dedica un muy pequeño porcentaje de su PBI a la educación, quizás uno de los más bajos del continente y es imposible que con los recursos que se ponen al alcance de la Secretaría de Estado de Educación se puedan resolver los problemas existentes. ¿Qué la prensa denuncia que faltan butacas? ¿Y acaso no es la propia secretaria la que luego dice que se entregarán 50,000 para distintos planteles escolares? ¿No apareció la propia secretaria dando el «brochazo de honor», con un rolo, cuando se comenzó a pintar la Fidel Ferrer, ya con el año escolar iniciado?…

Doña Alejandrina afirma que en el país siempre han existido escuelas deterioradas, por lo cual estima que las denuncias actuales constituyen parte de lo que llama «un plan» en su contra. Ella no sabe quien o quienes pueden dirigir ese «plan» ni que se persigue con el mismo. En cuanto a este periódico sí le podemos decir qué se persigue: que se corrijan las fallas y que se pongan las escuelas en un estado decente que permita que los niños reciban la enseñanza debida en un clima de facilidades mínimas. Si Educación, sea por la causa que fuere, no es capaz de corregir fallas que se producen porque estudiantes rompen butacas y destruyen sanitarios, amenazan a la población escolar y a los maestros, esa es harina de otro costal…

De todos modos, mi querido Magino, aun cuando se seguirá tratando a la funcionaria con el respeto a que ella se ha hecho acreedora, habrá que seguir con las denuncias de los planteles que estén dañados, averiados o con filtraciones. Y como la propia secretaria asegura que 365 escuelas se consiguen con facilidad, para mostrar sus fallas, ni modo, habrá que obsequiar una averiada cada día del año, incluyendo los feriados de todas clases. Eso no será mucho sacrificio, pues el deber se cumple también los días en rojo en el calendario y a eso ya estamos acostumbrados. En cuanto a decir lo bueno, también se dice, aun cuando a veces da brega conseguir ciertas informaciones, dado que hay Secretarías en que los funcionarios medios y los empleados no se atreven a hablar por el silencio dispuesto por la cúpula césarea. De todos modos, mi querido Magino, acostúmbrese a qué para hacer las cosas bien, todo el tiempo, es que el contribuyente paga a sus funcionarios y empleados. Que eso no se cumpla es otra cosuanita.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas