Coctelera

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Mi querido Magino, sigue la huelga en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, empeñada, al parecer, en “reverdecer viejos laureles”. Sabido es, charlatán de aldea, que los educadores, en este país, no están bien pagados. Repetir eso es descubrir el helado en palito. Pero como la gran masa ignora cuanto ocurre en materia salarial, en este difícil campo, se nos ocurren varias ideas. ¿Por qué la UASD no publica la nómina completa de sus profesores, con salarios devengados el último mes? ¿Por qué, al mismo tiempecito, la Secretaría de Educación Superior no da a la luz pública la nómina completita, con sus respectivos salarios, de los profesores en todas y cada una de las universidades privadas? Al mismo tiempo, sería saludable publicar la lista también completita, de los profesores uasdianos, pensionados, indicándose, el monto de la pensión que se recibe cada mes. No estaría demás que el país supiera cómo opera el fondo de pensiones en la UASD y cómo son atendidos los familiares de cualquier profesor que fallece en el ejercicio de sus funciones o ya pensionado. De la misma manera, no estaría en la luna quien pidiese que se publicara un resumen en el cual se expresara cómo opera el seguro médico uasdiano. Y si clínicas privadas, en ocasiones, se resisten a dar la asistencia cuando se solicita, culpa no es de las clínicas sino de los mala pagas. Este tímido gobierno que nos gastamos debe estar preparado para dar cuenta de cómo funcionó el aumento a los profesores uasdianos cuando se registró el alza salarial de los servidores del Estado. Ojalá, Maginito querido, que a los profesores de la UASD le aumentaran el trescientos por ciento, no el treinta y que eso se hiciera, también, con todos los empleados y funcionarios del Estado. ¿Pero es posible hacer eso a un par de escasos meses de iniciada la ejecución del presupuesto del año 2006? Legisladores hablan de la “facilidad con la cual ellos resolverían el problema del alza salarial en la UASD, siempre y cuando el Poder Ejecutivo solicite las transferencias del lugar. ¡Son unos campeones quienes así hablan! Pero, al mismo tiempo, son tan indolentes que no entienden algo: si ellos, los legisladores, renunciaran al uso de los recursos consignados en “Organizaciones no Gubernamentales” que son de su propiedad exclusiva, si hicieran eso, con el dinero producto de esa operación se aumentaría el salario de los profesores y sobraría dinero para un par de fiestas en el Club del Legislador. Mire, Magino, los directores de la huelga, como si dirigieran un combo, hablan de aceptación y otras pendejadas. Y tienen los timbales de señalar que luchan por las “reivindicaciones” de los estudiantes. ¡Carajo, esa flema no la cura ni el Fórmula 44! Más de 150,000 estudiantes permanecen de brazos cruzados por la huelga de profesores y empleados. ¿Se beneficia, en forma alguna, a esos estudiantes? Un par de miles de ellos a lo mejor respalda la huelga y eso no tendría nada de raro, pues estudiantes vagos, estudiantes “profesionales” siempre se encontrarán en la UASD y en todas las universidades del mundo. Otra cosa, Maginito, no crea usted que las autoridades uasdianas son bizcochitos cabeza de niños. La miopía que siempre existe a nivel de autoridades, se fue convirtiendo en ceguera. Es muy posible que esas autoridades se den cuenta hoy de que, para llegar a posiciones dizque electivas, no se puede estar bien con Dios y con el diablo, no se puede pactar con todas las fuerzas. Terminado el juego, Maginito, hay que pagarle a los jugadores o le arman a usted el lío de Belén y los pastores. Y si usted es un hombre de buena vista, se dará cuenta de que quienes paralizan la UASD tienen un interés del carajo en meter al gobierno en el lío ese. ¿Por qué tiene el gobierno que meter las manos en la crisis uasdiana? El gobierno entrega su asignación presupuestaria a la alta casa de estudios y son las autoridades de la misma las que disponen cómo se gasta el dinero que entra allí. Por cierto, viejito, cuando a usted le digan cuanto vale un crédito uasdiano, usted tendrá que hacer la señal de la cruz por más ateo que sea. Es más, cuando usted se toma una cerveza grande, “invierte” varios crédito, pero eso, al parecer, poco o nada interesa a las autoridades y mucho menos a sus profesores y empleados, pues la demagogia tiene que estar siempre en primer plano. El gobierno no se puede dejar arrastrar por las provocaciones que se le hacen para que intervenga en este lío de la UASD. Que la UASD resuelva sus problemas.

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