Coctelera

Coctelera

 “El Consejo Superior Policial debería pasar sus documentos, antes de darlos a la publicidad, por las manos de un corrector de estilo”. Farmacia Mella…  Tenemos, ahora, que el embajador de Italia, Giorgio Sfaro, se une al coro de voces que le lanza pellizcos a la judicatura dominicana. El diplomático italiano se queja de la lentitud de la justicia criolla y afirma que seis casos que involucran a paisanos suyos, en asuntos de tierras, están paralizados. ¡Algo raro pasa en este país, magistrado Subero, pues todo no puede ser invento!…

Monseñor Antonio Camilo, obispo católico de La Vega, tiene que haber tomado tremenda cuerda durante largo tiempo, para soltar los peñones que soltó el Día de Nuestra Señora de Las Mercedes, y que ha puesto a pitar al gobierno y a reírse a la oposición. Expresa monseñor Camilo, que nananina de eso de pa’lante que vamos, y sí todo lo contrario. El secre peledeísta, Reynaldo Pared, le salió al paso a los pronunciamientos del obispo y calificó los mismo como “un acto de ignorancia”. Mire, Maginito, mucho había dilatado algún prelado católico en soltar un torpedo. ¿O acaso se olvida usted de los misiles que disparaba el Cardenal López Rodríguez contra el gobierno de Hipólito Mejía y contra el mandatario mismito? Eso sí, olvídese de que habrá guerra. Ellos son blancos y se entienden…

El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional bendicen un perdón por 55,000 millones de dólares que se otorgará a 38 países pobres para ayudarlos a salir de las crisis que los entumecen. ¿Estará la República Dominicana entre esos países? Cualquiera apuesta a que no. ¿Qué país pobre del carajo se mete en las ñoñas obras de relumbrón en que se embarca la tierra que más amó el marino genovés para acabarla de fuñir? Pasará ahora, con seguridad, lo que pasó hace algún tiempo con otro perdón: nada para nosotros, pues disponíamos entonces del mayor crecimiento del mundo en ese año de gracias. ¿Y que dirían del Banco Mundial y del FMI si perdonan a ese “gigante”? Está bueno que nos pase, por parejeros, por comparones…

Franklin Polanco —no necesita muchas presentaciones— es un diablazo a caballo. Ahora mismo acaban de entregarle un diploma por sus esfuerzos en pro del aeropuerto de Constanza. Por cierto, no sé por qué carajo hay que preocuparse por el hecho de que unos cuantos hayan tomado para sí terrenos del aeropuerto, convirtiéndolos en una finca. Desde luego, eso es tomando en cuenta que hay gobierno y ese gobierno hará respetar la ley, mandando a freír espárragos a los invasores. Pero sigamos con Franklin, piloto, periodista, analista, asesor de misiones diplomáticas y veinte mil firmas más. Laboró por años y años en la embajada de los Estados Unidos y en redacciones de diarios, en son de broma, le llamaban “la cara agradable del imperio”. Para colmo, cuando se inaugura el Centro Franklin, en la misión estadounidense, y con el perdón de don Benjamín, hubo gente que creyó que eso se hacía en homenaje a Franklin Polanco, un dominicano valioso y servicial…

Mire, Maginito, no le demos muchas vueltas al asunto: Filiberto Ojeda Ruiz fue condenado a muerte hace muchos años. Hace unos días pudieron ejecutar la sentencia y agentes del FBI le asesinaron en Puerto Rico. No me vengan con cuentos de intercambios de disparos ni otras sandeces. Máxime después que la autopsia revela que recibió una herida que no era mortal y lo dejaron desangrarse…

Magino, ¡este país es lo que se llama un verdadero paraíso de sorpresas! ¡Acabamos de descubrir, tras minuciosas “investigaciones”, que las oficialías del Estado Civil producen pingües dividendos a sus jefes! ¡Eso no lo sabía nadie! ¡Y por ese motivo los carguitos eran tan codiciados! ¡Honoríficos para servir al país y no para servirse del mismo! ¡Eureka!

Publicaciones Relacionadas

Más leídas