Coctelera

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Mi querido Magino, en la página 4 de la edición dominical de El Nacional, suscrita por el periodista Leo Reyes, veo una historia que me pone los pelos de punta: un cargamento que contiene equipo para hemodialisis, medicamentos para diabéticos, bombas para infusión y otras cositas, se daña en un furgón en el puerto de Caucedo. Se afirma que Salud Pública no ha podido aflojar 100,000 de los podridos para el pago del transporte de ese cargamento, donado al país por la Organización Dominicana de Recursos Internacionales, con sede en Boston.

 Los equipos y medicamentos están destinados al hospital Padre Billini y otros centros estatales de salud… Cuando usted lee una cosa así, querido Magino, la sangre le hierve, pues ¿en cuántas pendejadas en que se bota el dinero, se gastan 100,000 pesos o más? Fíjese usted en una cosuanita: cualquier departamento oficial invierte más de 100,000 de los hediondos, en un solo día, en la publicación de pendejaditas en los medios criollos.

 Todos sabemos los escándalos que se forman, a cada rato, por deficiencias a la hora de aplicar la diálisis a pacientes que la necesitan para sobrevivir. La población que padece de diabetes crece constantemente y los medicamentos para combatir ese mal no son dos centavitos que cuestan. ¿Es justo, por tanto, que donativos hechos por dominicanos de buena voluntad se pierdan por la alegre irresponsabilidad gubernamental? Carajo, Magino, este país se ha puesto tan difícil, que hasta regalarle cosas es una vaina…. Euclides Gutiérrez Félix la sacó por los 411 al ser uno de los oradores de turno en el acto de proclamación del doctor Leonel Fernández como pre candidato a la nominación presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Pero el profesor Gutiérrez Félix dio también lo que podrían estimarse fouls de grandes ligas. Con habilidad, aunque tal vez subestimando la inteligencia de mucha gente, el profesor Gutiérrez Félix negó que el profesor Juan Bosch, fundador del peledeísmo, rechazara «por principio», la reelección presidencial y cualquiera entendería que lo hacía en forma puramente coyuntural.

El querido morenito manifestó que Bosch nunca renegó de la permanencia en el mando de Tito de la entonces Yugoslavia; de Ho Chi Minh de Vietnam del Norte y de Fidel Castro de Cuba. Desde luego, don Euclides, en momento alguno, se refirió a que esos gobernantes llegaron y se mantuvieron en el mando a base de puro tolete y no en sufragios como se usan por estos lugarcitos. Estamos de acuerdo con Euclides en cuanto a que Bosch no se pasaba todo el tiempo fuñendo con la cuestión de la reelección.

 Pero Bosch sí nos regaló, en cambio, y en lo que constituye una declaración de principios, la Constitución de 1963, que prohibía la reelección presidencial, no importa los motivos que inspiraran esa medida. Lo cierto es que esa Constitución fue uno de los mejores legados del gran político dominicano….. Ya los funcionarios del Estado, sobre todo aquellos ubicados en las áreas «anti corrupción» deben dejarse de hablar pendejadas por el hecho de que júreles del gobierno no han hecho aún su declaración jurada de bienes. Mire, caro Magino, una ley los obliga a hacerlo.

 El presidente Leonel Fernández dictó un decreto en el cual concedía 30 días a los funcionarios para que cumplieran con su deber. La ley establece que la Tesorería se obliga a retener el pago a los funcionarios que no cumplan con esa obligación. Y con todo y esa vainita, la situación sigue igual. Es decir, lo más aconsejable sería que se tirara esa ley al cesto de la basura.

Ah, viejo Magino, y para que usted no crea que violar esa ley es asunto exclusivo de este gobierno, la mayoría de la gente de la «administración anterior», tampoco hizo declaración alguna a su salida del mando, como estipula el incumplido texto. ¿Estamos?…. Magino, a veces uno se desorienta con eso del alto índice de desempleo existente en el país: Fíjese usted que los medianos y pequeños productores de pollos afirman que 400,000 dominicanos viven de esa actividad. Pongamos 100,000 que laboran con los grandes polleros.

 Los empresarios del transporte aseguran que un millón criollos depende de la actividad que manejan. Hay quienes dicen que más de 600,000 viven del Estado, en distintos empleos públicos. Los arroceros ponen en un millón sus dependientes. Y así continúa la barca del cruce del río. Si eso es así, se corre el riesgo de que la población empleada supere la población del país. Y sería poco… ¿Qué la OMSA necesita 200 guaguas para prestar mejor servicio? Vamos a buscarle su dinerito a la OMSA y a comprarle sus guagüitas, que sobre todo la clase trabajadora necesita. Amén.

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