Coctelera

Coctelera

 Mi querido Magino, ¡disfrute la primavera! Sé que usted es lo suficientemente fresco para creer que puede hacer de las suyas en esa linda estación anual. ¡Y vamos arriba, que el Escogido se prepara para romper el maleficio en la campaña 2007-08!…  La mejor noticia de muchos años, querido viejete, la conocimos hoy: no habrá elecciones presidenciales el año próximo, pues son innecesarias. Acabamos de elegir para que nos gobiernen, sin darnos cuenta, a Amnistía Internacional, con su sede en Londres y cabe esperar, por tanto, que la pérfida Albión le facilite para que los envíe aquí, un gobernador y un comandante militar como los que solía remitir a la India, en la época en que los nativos de ese gran país sí eran verdaderos esclavos, aún cuando la citada Amnistía Internacional no se haya enterado con una simple lectura de la historia…. 

Amnistía Internacional, caro Magino, ha redescubierto que en la República Dominicana se somete a los haitianos a un virtual estado de esclavitud. Y los cabronazos que han preparado el informe que contiene esa acusación, se van más lejos, todavía, cuando hablan de la “represión” a que son sometidos los haitianos por la “población local”. Los más cabronazos nativos que alimentan a Amnistía Internacional no explican cómo es posible esa represión por parte de la ‘población local’, cuando admiten que entre 900,000 y un millón de haitianos viven aquí, la mayoría de ellos sin documentos….  La organización internacional se refiere a una supuesta persecución a que son sometidos los haitianos “que huyen de la violencia”, pero en un informe de 58 páginas no dedican una sola línea para recomendar cómo frenar esa “violencia” en Haití y contener la huida de los nacionales de ese sufrido país. Amnistía Internacional, en su función de gobernante del país, exige, reclama y demanda poner en ejecución sus recomendaciones, entre ellas la de suspender las deportaciones de indocumentados. No hace esa exigencia, sin embargo, a los Estados Unidos de América, que deporta a todo aquel que considera que deportación merece….  Nunca hemos negado que en el país hayan dejado de ocurrir abusos contra haitianos pero esa no es una política de Estado y mucho menos de la población dominicana. Lo que nos choca es que estos carajetes de Amnistía Internacional carezcan del valor suficiente para preguntar a los haitianos, incluyendo indocumentados, cómo viven aquí. Se podría indagar con aquellos que venden pinturas a lo largo de calles, avenidas y carreteras. A los que laboran en el sector agropecuario y que ya, inclusive, hacen valer sus derechos a través de abogados cuando se les quiere maltratar con las cuestiones salariales. Se podría, asimismo, indagar con los miles de haitianos que trabajan en la industria de la construcción. Se podría preguntar a los vendedores de billetes, de quinielas, a los que tienen puestos de frutas en las esquinas de calles de la ciudad y a los que, sencillamente, se ganan la vida con el chiripeo. ¿O es que Amnistía Internacional aspira que los braceros, documentados o indocumentados sean alojados en hoteles de cinco estrellas?….  Magino querido, este informe de Amnistía coincide con la campaña patrocinada por el alcalde de París, Bertrand Delance, para denunciar la “esclavitud” a que son sometidos los haitianos. Eso no es nuevo en Francia. Cuando el entonces presidente Joaquín Balaguer denunció planes para una supuesta fusión de Dominicana y Haití, se valía de informes que le facilitó un antiguo gobernador del Banco Central a quien autoridades francesas le dijeron, en París, que no se explicaban que en esta isla existieran dos países de negros y mulatos en vez de uno solo. El Coctelero fue testigo de una charla histórica que tuvo que improvisar el presidente Leonel Fernández, en su primera gestión de gobierno, y nada menos que en París, a su colega Jacques Chirac y a selectas autoridades del régimen francés, cuando el hábil mandatario anfitrión preguntó a su huésped si no tenía muchas dificultades con Haití. Fernández hizo un recuento de la historia de las dos naciones, sin mostrar un ápice de antihaitianismo pero sí exhibiendo, en cada oración, un completo dominicanismo….  Magino, estas campañas en contra de la República Dominicana no cesarán. Estados Unidos, Francia y  Canadá deberían ser los líderes mundiales para acudir en auxilio de Haití, un auxilio real, que pueda encauzar a esa pobre nación por un sendero de progreso. Pero jamás harán eso. Por el contrario, dirigirán sus esfuerzos para que sea la República Dominicana la que soporte los embates haitianos, movidos por la miseria, la violencia o lo que sea. Los tres grandotes citados siempre estarán a la vanguardia en reclamar a la “comunidad internacional” que preste su concurso a Haití, pero nunca se mostrarán dispuestos a recibir a los haitianos, indocumentados o no. Que ese cajüil se le chupe la República Dominicana. Desde luego, lo único que puede esperarse es que el gobierno criollito mande al carajo a Amnistía Internacional, a los grandotes y exigentes que solo de boca quiere acudir en auxilio de los vecinos, y sobre todo, a los haitianófilos que alimentan con sus informes amañados a los organismos internacionales que tanto disfrutan viendo la paja en el ojo ajeno.

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