Coctelera

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¡Saludos, don Magino! para quienes, en el sector público, aspiran aumentitos en los sueldos, vaya este regalito que le hace el Fondo Monetario Internacional: “En cuanto a los gastos, las autoridades deben mantener una fuerte disciplina mediante la restricción de los sueldos del sector público, la limitación de la reservación de los ingresos y el establecimiento de prioridades en el gasto de la inversión”. ¡Casi nada!…

Qué mucho me alegra, mi querido Magino, que se convierta en un hecho la designación del auditorio del Banco Central con el nombre del licenciado Jesús María Troncoso Sánchez. Fue, Jesús María, el primer gobernador del Banco Central, en 1947, y permaneció en ese cargo varios años, hasta que fue reemplazado por su hermano, el licenciado Wenceslao Troncoso Sánchez, quien felizmente vive y a los 98 años de edad mantiene unos reflejos mentales admirables y una memoria de elefante. Jesús María, además de gobernador del Banco Central, desempeñó altas posiciones en el gobierno de mano férrea de Rafael L. Trujillo Molina. Nadie en el país, sin embargo, ha levantado su voz en contra de ese economista de fuste, un hombre que a quien no pudo hacer un bien, jamás hizo un daño. Y quien en su vida privada fuera un verdadero príncipe de la decencia y del buen vivir… Geomar García, en “El Poder de la Tarde”, hizo una denuncia que debe causar honda preocupación a los dominicanos: un cura párroco de Valverde, haitiano, ha logrado que se declare a noventa haitianos como dominicanos, y para colmo usa la numeración falsa de una cédula de mujer. Geomar, colega de El Nacional, da cuenta de que el jefe de seguridad de la Junta Central Electoral (JCE) apodera a ese alto tribunal del expediente de lugar. Lo lindo del caso es que las declaraciones están avaladas por oficialías del Estado Civil de Valverde y ratificadas por tribunales como exige la ley. Se tiene entendido que el cura es sometido a la acción de la justicia. Mire, Maginito, ¡carajo!, al enterarse uno de esas vagabunderías entiende por qué la oposición a que los fiscales investiguen en las oficialías. ¡Hasta donde vamos a llegar!… No me lo crea, caro Magino, pero anoche me dijeron que Euclides Gutiérrez prepara una obra que relata las barbaridades cometidas por los belgas mientras ejercieron el dominio del Congo. También me informaron que tratará que el prólogo de ese libro lo escriba el sacerdote belga Pierre Riquoy, quien trabaja en el país… El excanciller doctor Hugo Tolentino Dipp soltó misiles en relación con el siempre candente tema haitiano, cuando afirmó que de seguir las cosas como van, dentro de diez años habrá dos millones de vecinos en este país. Imagínese usted como tendrá que batirse el pandero en esa situación. Tolentino Dipp, a quien fanáticos calificaron alguna vez de pro haitiano, es partidario de la reforma constitucional seria en la cual se elimine la vainita esa del derecho de suelo para el otorgamiento de la nacionalidad. Tolentino Dipp es un fino intelectual, que ha sido alto dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y fue uno de los principales asesores políticos del finado líder doctor José Francisco Peña Gómez…  El doctor Bernardo Defilló reiteró que “intereses” impiden que el seguro familiar de salud se inicie en el país. Eso ya lo saben hasta los chinos que una vez tuvo Bonao. Y el asuntito llega al extremo que una propuesta del gobierno para enfrentar el asunto “es enviado a estudio de una comisión”. Mire, Maginito, desde hace más tiempo que el carajo le advertí que a los jureles que estaban del otro lado les importaba un comino el asunto de la seguridad familiar. Lo que les interesaba era el de pensiones y jubilaciones y por allí ya operan más de veinte mil codiciados millones de los podridos. Lo lamentable de todo esto es que los médicos, con la cuestión de los cobros por consulta le hagan el juego a quienes jamás serán sus amigos por cuestiones de clases. Como también que quienes comen filete del IDSS no quieren que nada se mueva por esa entelequia estatal…   Luis Alvarez Renta no recuerda lo que hizo en Baninter. ¡Ni modo! ¡Fitina con él!

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