Coctelera

Coctelera

“¿Que hay corrupción gubernamental? ¿Y en el sector privado? La del sector privado es mayor que la que muestra el gubernamental. Cuanto ocurre es que el privado se atreve a denunciar las vagabunderías oficiales, pero los gobiernos carecen de timbales para hacer lo mismo con el llamado sector privado”. Farmacia Mella… 

Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez lanzó anteayer rayos y centellas contra sacerdotes católicos que asumen actitudes muy censuradas al denunciar al país en playas extranjeras por el asunto del trato local a los haitianos. También a las Organizaciones no Gubernamentales (ONG) que se dan banquete acabando con esta pequeña República y por eso reciben muy buenas asignaciones en dólares…  El purpurado dominicano de hecho, y aún cuando no mencionó sus nombres, le entró a dos manos a los sacerdotes Christopher Hartley y Pierre Ruquoy. Censuró el hecho de que curas declaren como hijos suyos a niños haitianos para darles la nacionalidad dominicana. Mire, Maginito, creo que el Cardenal ha sido muy coherente con la posición que ha sustentado, desde siempre, sobre este tema. Ocurre ahora, sin embargo, que sus juicios se expresan al día siguiente de emitir la Conferencia del Episcopado una carta pastoral, o mensaje, sobre la inmigración haitiana, carta pastoral o mensaje que está suscrito, como lógico es pensarlo, por el propio López Rodríguez…  El Coctelero cree, en cierto sentido, que pronunciamientos hechos por López Rodríguez, para muchos complementan la carta pastoral. Desde un principio estimé que esa carta carecía de una posición más enérgica de la Iglesia Católica en cuanto a la labor de Ruquoy y Hartley. Desde luego, eso sin personalizar el documento ni cosa por el estilo, sino trazando la línea general. Lo hace, tímidamente, pero más tímidamente procede el gobierno, sobre todo en las áreas judiciales…  Ahora bien, caro Magino, cada obispo y el Cardenal desde luego, tienen sus propias ideas sobre la cuestión haitiana. Pero algo tiene que quedar muy clarito: a la hora de emitir un juicio en conjunto, pastoral, no pueden dejar de lado la doctrina de la Iglesia Católica sobre los derechos humanos en el mundo y sobre la necesidad de atender a los pobres. Y eso es lo que se ha hecho en el mensaje, con mucho tino, con términos de difícil refutación. Clave es que se lea la parte III del mensaje, intitulado “La inmigración haitiana y la iglesia” y que se acompaña con el subtítulo “Misión y función de la iglesia”. En el párrafo 4, precedido por el subtítulo “Atención nuestra a los haitianos”, los prelados dominicanos no dejan dudas de su posición. Y si alguna le queda, Maginito, entonces tendrá que leer, con marcada atención, la parte señalada como “Opción preferencial por los pobres”…  “Jesucristo”, dicen los pastores dominicanos, “identificándose con el pobre y doliente, prometió el premio eterno a los que se solidarizasen con ellos y lo hizo con estas palabras: “Vengan benditos de mi Padre y tomen posesión del Reino preparado por Ustedes desde la creación del mundo, porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber; peregriné (emigré) y me acogieron, estaba desnudo y me vistieron; enfermo y me visitaron, preso y me vinieron a ver. Y le responderán los justos: Señor, y ¿Cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos peregrino (emigrante) y te acogimos, desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? Y el Rey les dirá: en verdad les digo que, cuantas veces hicieron eso a uno de mis hermanos menores, a mí me lo hicieron! (Mat 25, 34-40). San Vicente de Paúl repetía que los pobres son nuestros hermanos débiles y que serán nuestros defensores o nuestros acusadores. ¿Habrá alguien, ante esos planteamientos que se extrañe de la opción preferencial de la Iglesia por los pobres y consecuentemente de la acción de la iglesia en la República Dominicana con los haitianos en situación precaria?”…..Mire, Maginito, debe de observarse que en las citas directas atribuidas a Jesús, los prelados dominicanos, al usarlas inteligentemente, cuando se trata de los vocablos “peregrinó” y “peregrino”, también emplean sinónimos que encierran en paréntesis, (“emigré”) y (“emigrante”). ¿Lo quiere usted más claro?

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