Coctelera

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Dígame una cosa, querido Magino, ¿es que aquí, en el sector público, jamás podremos hacer una cosa que no genere polémicas, disgustos, y otras pendejadas?. Ahora tenemos que, desde Obras Públicas, se trata de enmendar la plana al embajador de Gran Bretaña, Andy Ashcroft, por el hecho de que este diplomático, en el cumplimiento de su deber, sale en defensa de una firma inglesa muy conocida en el país, De La Rue, en el sonado caso del concurso para la impresión y emisión de licencia para conducir vehículos de motor, contrato adjudicado a la firma Dekolor….. Mire, Maginito, no conozco el fondo de esta vainita y mucho menos me interesa conocerlo. Lo que sí me extraña es la forma de batir el pandero. En primer lugar, la publicación de una carta del embajador Ashcroft al secretario de Obras Públicas es respondida con un destemplada declaración de un funcionario de ese departamento y después se conoce, públicamente, la respuesta a la misiva del diplomático con una carta más destemplada que la declaración verbal. En esa carta, inclusive, se le echa tremenda vainota a la subsecretaria de Obras Públicas, señorita Claudia Franchesca de los Santos, pues nada menos que su superior jerárquico le desconoce calidad para invitar a reunión alguna a la gente de De La Rue… Es penoso que estas cosas ocurran en el medio oficial y, más todavía que se vincule hasta miembros del cuerpo diplomático en la pendejuana. ¿Por qué poner en dudas la capacidad y la calidad del embajador inglés para defender a una empresa de su nación, de la nación que representa legalmente? ¿Por que no se procede con la misma energía y presteza cuando la intervención es del embajador de los Estados Unidos de América? Mire, Maginito, dejemos los cuentos y las poses de lado. El embajador norteamericano defiende a los suyos hasta con las uñas y mete miedo a más no poder. ¿Acaso no defiende las «inversiones» realizadas por Smith and Enron y Cogentrix en este desdichado país? ¿Acaso no hablan los gringos del peligro que corren las futuras inversiones por el «irrespeto» de tolerantes gobiernos, de temerosos gobiernos, al «expropiar» bienes estadounidenses en este territorio? Lo lamentable es que gobiernos no se hayan inyectado testosterona, muchas veces, para poner en su sitio o estos arrogantes y prepotentes que amenazan, amenizan y amanecen? No, ¡qué va! A esos se le toleran todas a sus cosuanitas. Pero cuando es un embajador correcto, que hace las cosas en forma muy correcta, como ha hecho el representante inglés, pues a coger piedras para los que se creen más chiquitos. ¡No joda nadie… Magino, ¡cuánta hipocresía en el medio dominicano! Ahora tenemos que se desea que el presidente Leonel Fernández encabece el cuerpo de «asesores» a la hora de escoger el equipo dominicano de béisbol profesional que participará en el gran evento que preparan las Grandes Ligas para el año próximo. ¡Lo que menos interesa a quienes escogerán el equipo criollo es la opinión del presidente Fernández! Pero lo quieren ahí, como asesor, halagándole su vanidad, por un motivo muy especial: como jefe del Poder Ejecutivo, para arrancarle unos milloncitos al Estado, es decir, a los pendejos contribuyentes que se quedan sin nalgas y sin costillas por los impuestos que pagan. Y eso que se les amenazan con pagar más….. Es una lástima que los «ahorros» en el sistema de pago a la superdichosa Unión Fenosa no se reviertan en una baja en la tarifa de la energía que venden Jode Norte y Jode Sur. Pero tenemos que admitir, mi querido Magino, que Jode Sur no puede soltar lana para que no acaben de trasquilarla. Confiamos muchísimo en la calidad administrativa del hombre-fuerte de Jode Sur, licenciado Rubén Bichara, pero, por favor, no le pidan milagros al árabe, que los milagros no se producen así como así. Bichara ha hecho un gran trabajo al frente de Jode Sur, pero no puede resolver lo que no está a su alcance… Magino, antes que lo olvide: ¡qué timbaludos son los periodistas que le criticaron al presidente comunista de Cuba, doctor Fidel Castro Ruz, haber dicho que no iría a la minicumbre de Puerto La Cruz, en Venezuela, y después aparecerse allí para hablar con sus colegas Hugo Chávez y Leonel Fernández, entre otros! Fidel Castro tiene que vivir como una guinea, pues los esfuerzos para cazarlo no han cesado desde que llegó al poder en 1959. Solo un tremendo servicio de inteligencia a su favor y no vender señas de antemano le ha preservado la vida. Por cierto, Magino, ¡luce muy bien el jefe del Estado cubano, próximo a cumplir los ochenta añitos! Añitos trabajando como un diablo, peleando en la montaña, combatiendo desde sus días de estudiante. Por ahí la vagancia no existe.

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