Coctelera

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Buenos días, mi querido Magino. Tengo para decirle que parece que dentro y fuera del país hay gente preparada para colocar el gobierno a la defensiva, en el asunto ese de que aquí se practica la “discriminación racial” y otras pendejadas.

Ahora tenemos que un par de vainas que se designan Servicio Jesuíta a Refugiados y Migrantes (SJRM) y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CIDI) acuden a la capital imperial a presentar sus “quejas”. Y en el Washington donde se ha planificado beneficiar o joder a tantos paisitos de pipiripao como el nuestro, se le hace una muy rarísima petición a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos: que se solicite al Estado dominicano reconocer, públicamente, la existencia del racismo, la discriminación racial y la xenofobia. Pero eso no es todo, los frescos éstos quieren que la Comisión Interamericana obligue al Estado a adoptar políticas públicas y una legislación específica para combatir los “males” enunciados…oEstos buenos charlatanes, mi querido Magino, llegan al extremo de decir que a pesar de que existen “organizaciones” que señalan la existencia de prejuicios raciales en la República Dominicana “ésto no es reconocido por el gobierno ni por sus habitantes”. Los acusadores admiten que la existencia del supuesto prejuicio racial no es admitida ni reconocida por los habitantes del país pero sí por lo que ellos llaman “organizaciones”. Es decir, que la opinión de esas “organizaciones” es más importante que el juicio de los habitantes del país y su gobierno. Cualquiera piensa que esas “organizaciones” son las que están formadas por una especie de “vagos intelectuales” que se sostienen con donaciones de entidades internacionales ya especializadas en joder la pista a los demás…o Pero mi querido Maginito, SJRM y CIDI entran en un terreno al cual no recurren nuestros tradicionales acusadores. Esas dos pendejadas indican que parte de los prejuicios raciales que sentimos los dominicanos se muestran a la hora de “valorar bellezas”. Si la memoria no nos falla, en este país muy bellas mujeres negras han sido proclamadas reinas de belleza, negras encantadoras se destacan en todas las actividades de la vida nacional. Que en el pasado existieran círculos que pudieran discriminar a la mujer por el color de su piel, eso, felizmente, es cosa del pasado, en un país de negros y mulatos como el nuestro. Pero las dos vainas que hemos citado hablan de prejuicios raciales en las escuelas, en la estructura familiar (?), laboral y en lo medios de comunicación social. En ese mismo aspecto no entendemos si es por lo que publican esos medios o por la aceptación que dan en sus plantas de trabajo a la gente denominada “de color. En uno y otro caso, los vagos de las ONG pueden estar muy equivocados…  En Washington, el embajador Roberto Alvarez respondió con energía, citando, de pasada, que este país está formado por un noventa por ciento de negros y mulatos. Además, Maginito, ¿se fijó usted que los expositores, en momento alguno, se refirieron a los braceros haitianos ni a los haitianos indocumentados? Con vaselina nada más lo del “prejuicio racial”. Buenos carajetes…o Mire, querido Magino, y no me diga alarmista, pero al gobierno, por sus constantes muestras de debilidad a la hora de aplicar la ley, le preparan tremenda cama. Los “transportistas” organizan su trabajito huelgario y por eso le decíamos, antes de aquella reunión entre el presidente y los empresarios sindicalistas, que el jefe del Estado nada tenía que hacer reuniéndose con quienes ponen condiciones para hablar. Ahora hay un Foro Alternativo que más que foro es foró, que amenaza con paros por la vaina de los sueldos y salarios. Paradójicamente, profesionales como los médicos, y sus afiliaditos, se muestran agresivos y altaneros y quieren hasta desafiar la fuerza pública para entrar a reuniones a las cuales no han sido invitados. En distintas poblaciones del interior del país se quiebra el orden y varias personas han caído víctimas de la incomprensión imperante. Los partidos políticos, ante situaciones como las descritas, y todo porque consideran que debilitan al gobierno, permanecen con los brazos cruzados, al menos públicamente. Muchos son los empresarios que, en forma insensata, entienden que deben dejar muchos problemas al azar, mientras buscan ventajas por otro lado y juzgan que las peticiones o exigencias salariales de los trabajadores son postergables. Recuerdo que un empresario, viejo amigo, me decía hace años algo que no olvido: en materia de negocios, en cuanto a los beneficios se refiere, prefiero ganarme el diez por ciento de cien que el cien por ciento de cero…  El gobierno, aparentemente, se cruza de brazos. Cree aún, que todo lo debe consensuar y no quiere entender, de una vez por todas, que lo eligieron para gobernar. Ojalá que la “bomba de tiempo” que le preparan pueda ser desactivada, pues una explosión la lamentaríamos todos. Que se recuerde, Maginito querido, que cuando una represa se rompe, sus aguas desbordadas se llevan cuanto encuentran a su paso.

 

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