Coctelera

Coctelera

Muy buenas, mi querido Magino. ¿Cree usted, viejo reformador, que es necesario modificar la Constitución? El Coctelero cree que sí. Pero, ¿es usted partidario de que eso se haga ahora? Su amigo el Coctelero cree que no.

Mire, charlatán de aldea, cuando uno lee, aunque sea parcialmente, el informe del Banco Mundial relacionado con la pobreza en el país y la crisis que existe en la educación, básicamente debido a la baja inversión en ese campo vital, cuando uno lee esas cosas, le repito, no quisiera que le hablaran de reformas constitucionales ni cosas parecidas, pues ¿qué vamos a resolver con pura retórica entremezclada con cierta demagogia? Desde luego, viejo Magino, no crea usted que los problemas citados por el informe parcial de que le hablo son las mayores dificultades que confrontamos…  Dígame usted una cosa, ¿en qué beneficiará la reforma constitucional al serio problema energético y al gran desempleo que nos afecta? Entiendo eso de que es necesario modernizar la Constitución dominicana, ponerla al día en esta época de globalización hasta del consumo del aire. No creo, sin embargo, dicho eso con todo respeto, que esa reforma sea una cuestión prioritaria. Prioritario sí creo la lucha contra el grave mal energético, combatir las lacras que son tan visibles en el campo de la salud, invertir cuando menos un porcentaje razonable del presupuesto nacional en educación y romper brazo para reducir el desempleo…  Habrá tiempo, viejo impaciente, para modificar la Constitución, y ojalá eso se haga por virtud de una Constituyente cuyos miembros sean electos por voto directo. No me venga usted con eso de que unas elecciones para la Constituyente serían traumáticas y costosas. Traumáticas serían con un Congreso sirviéndose con la cuchara grande, como pasó con el controlado por el perredeísmo que restableció la funesta reelección presidencial, reelección que jamás proscribirían los legisladores que vienen por ahí. Usted sabe, de sobra, que el Coctelero jamás será partidario de la reelección presidencial y le importa un carajo lo que puedan creer, algunos carajetes, especialmente los obtusos que se consideran dueños de la verdad y para quienes la vida se detuvo, digamos, en los días de la guerra civil de 1965… Naturalmente, viejo verde, fíjese usted como se bate el cobre por aquí. El perredeísmo quiere hoy Constituyente de la que ayer abominó, mientras que el peledeísmo triunfante desea una asamblea revisora con el Congreso en función constituyente. Reformemos la Constitución, Maginito querido, pero primero pongamos en condiciones aceptables en materia de salud, de educación y empleos a los llamados a respetarla, pues un mal educado, vago y enfermo no respeta ni a su madre… Entonces tenemos, Maginito, que hay quienes consideran que las pasadas elecciones congresuales y municipales son las más sucias de la historia dominicana. Pero cualquiera se pregunta, ¿no sería necesario un “salto entre dos” al comparar esas elecciones y las generales de 1978? ¿Se olvidó usted de que, para esos comicios, el PRD se preparó para ganarlos a cualquier precio y el PRSC para no perderlos? Es más, el doctor Joaquín Balaguer tenía muy buenos nexos en la Junta Central Electoral, pero el PRD contaba con el favor de una “comisión de notables” que no era formada por nativos. ¿O se olvidó usted del trabajo que iban a realizar Jimmy Carter, Carlos Andrés Pérez, Terence Todman, Andrew Young y unos cuantos “blancos de verdad” para que se respetara la voluntad popular?…  De que hubo compra de votos por ambos lados, nadie lo duda. Pero sería tremenda vagabundería dudar que el PRSC era un épico cuarto bate. Por ejemplo, los sistemas de fonía de la Policía daban cuenta de las votaciones y poco antes de que jefes militares balagueristas pararan los conteos, se escuchó a un sargento decir —a través de la fonía policial—: “los perros esos (el PRD) tienen 130 votos y nosotros (PRSC) solo 26 en la mesa electoral”. ¿Y qué decir del gacetazo? ¿No fueron cuatro los senadores que le escamotearon al PRD con el fallo histórico para que el Doctor se quedara con el control del Senado y así manejar la designación de los jueces en todo el Poder Judicial? ¿Pasa usted por alto, cuando se habla del uso de los recursos estatales en las campañas electorales, que independientemente de los “chelitos” soltados en 1978 por organismos del gobierno central y de los municipios, los centenares de millones de pesos gastados por la Lotería Nacional “responsable” de los gastos que incurriera el PRSC en los medios de comunicaciÓn? ¿Se le olvidó que esa Lotería quedó en virtual estado de quiebra y que mucho se relajó con eso de que era la única lotería estatal que, alrededor del mundo había operado con pérdidas? De la “cruzada del amor” nada nuevo hay que decir. Refresque su memoria, Maginito, y si no puede hacerlo, tome Fitina… q ¿Qué los fallos de la JCE constituyen un rudo revés para los derechos? ¡Y también para los torcidos! Farmacia Mella.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas