Bien, querido Maginito, ya estamos en las entrañas del DR-CAFTA. Ahora, buen bandido, a escuchar ovaciones de unos, gritos de desaliento de otros. Es la ley de la vida… Mis parabienes para el viejo amigos Bernardo Santana Páez, jefe de la Policía Nacional, confirmado en el cargo, a quien el presidente Leonel Fernández ascendió a teniente general, primera vez que ese rango, aunque transitorio, es otorgado a un oficial policial.

No hay duda alguna de que Santana Páez es un correcto oficial, que llegó al cargo por escalafón y quien tiene una gran preparación intelectual y unos deseos de trabajar las 24 horas del día. Por cierto, Magino, por estar oyéndolo a usted hablar pendejadas, se me escapó la reforma policial que permite conceder el grado transitorio de teniente general. Recuerdo hasta aquella ley en que se establecía que el jefe de la Policía sería un general de brigada, quien ostentaría el rango de mayor general transitorio mientras desempeñara el cargo… Cuanto gusto me dio leer anteayer la página en la cual el Programa de Medicamentos Esenciales (Promese) anuncia el precio de más medicamentos que el carajo. Mire, Maginito, no le vamos a dar más vuelta a este asunto. Vamos a señalarle valores en las farmacias de Promese y en las comerciales que venden productos “de marca”.

 Promese vende el acetaminofen en pastillas, a 50 cheles y en las otras se expende a cuatro cocos; la Antitoxina Tetánica Humana vale 300 pesitos en las populares y 938 cocos en las otras; la cápsula de Ciprofloacina de 50 se vende dos pesos en las oficiales y a 35.70 en las particulares; el Flucanaxol de 150 tiene un precio de cinco pesos en Promese contra 190 en las farmacias privadas; la Insulina Intermedia NPH cuesta ahora en las farmacias populares 235 pesos y nada menos que de 779 en las otras, el Ketaconazol en creme cuesta 35 pesos en Promese y 300 en las privadas. Usted puede comprar una cápsula de Omeprazol por 20 cocos en las farmacias privadas pero las de Promese las venden a peso. Promese le da la pastilla de Propranolol, de 40 miligramos, a cincuenta centavos, mientras que en las privadas le cuesta RD$2.55. El genérico de ácido fusídico, en las oficiales, cuesta 20 pesitos, pero en las privadas, el de “marca” conocido como Fucidín le vale 518 cocos. Vamos a terminar, por hoy, con una mascarilla para nebulizador de adultos. En Promese esa vainita le cuesta cincuenta de los hedionditos, pero en las farmacias privadas vale nada menos que 138 pesuanitos. Por tanto, Maginito querido, este es un excelente programa y sin duda alguna que constituye una inversión social, pues si algo tiene jodida a la gente por estos lares, es el alto costo de los medicamentos. El presidente Fernández, que apoyó el plan en su discurso de hace unos días en el Congreso, está obligado a respaldar a Promese, pues es la única forma de llevar medicamentos a la gran masa pobre del país…  Magino querido, gran pena me causó leer en la prensa el sensible fallecimiento del viejo amigo Freddy Jana (El Memo). Freddy fue un gran deportista en todo el sentido de la palabra. Uno de los más berrinchoso softbolistas que he conocido, tenía gran poder ofensivo cuando agarraba la pobre bola. Fue un amante del béisbol profesional. Varios años en la directiva del sufrido Escogido y en la Liga de Verano deja su impronta. Allí trabajó con amor y dedicación, aún en la época en que la diabetes le causaba estragos. Fue un banquero durante años y años. Pero por encima de todas las cosas, fue un gran amigo. Paz a sus restos y nuestro más sentido pésame a sus seres queridos, especialmente a sus hermanos Rico, Magaly y Fernandito….  El hombre fue violado y castrado por el hecho de que se oponía a robar reses como le exigían unos cuatreros que también resultaron cundangos. La víctima tuvo que ser rodeada de garantías en el hospital donde se le atendió, en San Pedro de Macorís. Ahora el pobre pero honrado ciudadano identifica a un sargento y a un raso de la Policía como sus victimarios. Suponemos que a un ex sargento y a un ex raso. Ante tanta barbarie, cualquiera echa de menos que no se aplique la Ley del Talión con tanta efectividad como aquella de la oferta y la demanda….