Coctelera

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Don Magino  encadenado, nunca olvide que el presidente Leonel Fernández manifestó que nuestro país está intervenido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que exige 20,000 millones de pesos de superávit o ahorro en el año que acaba de comenzar.

Tengo entendido, viejito soñador, que existe un partido llamado de la Liberación Dominicana. Ese partido está en el gobierno por segunda ocasión. Por eso vale recordar que ni en sus estatutos u otras cosuanitas que le atañen, se menciona la palabra imperialismo. Eso puso bronca a mucha gente, pues ¿de qué nos vamos a liberar si no es del imperialismo? Si eso es así, viejito vagabundón, no debe sorprenderle que el FMI intervenga económicamente el país. No es la primera vez que eso pasa pero sí es la primera vez que se acepta públicamente, y nada menos que por el jefe del Estado. Mire Magino, me contaba el finado Luis Julián Pérez, que en las postrimerías de su férrea dictadura, Rafael L. Trujillo le llamó a su despecho y le dijo que, al parecer, era inevitable un convenio con el FMI. Julián, un hombre probó a tiempo completo, le advirtió a Trujillo que con el FMI no se puede jugar, que impone condiciones muy rígidas para hacer desembolsos. Trujillo rió e instruyó a Julián Pérez para que aceptara cuantas medidas exigiera el FMI «que yo no voy a cumplir ninguna de ellas». Trujillo trajo al FMI pero no pudo ver como se jugaba esa pelota, pues una lluvia de balas puso fin a su vida. El crédito otorgado fue cubierto por la breve gestión del profesor Juan Bosch, el presidente que mejor ha cumplido con sus gestiones de pago… Tres aspirantes  a la presidencia del país –uno de ellos busca la reelección– cenaron con familias pobres en la Nochebuena. Nada de pecaminoso hay en eso y lo único que usted puede hacer es darle a los candidatos la mejor nota en la materia que se llama demagogia. Ahora bien, querido viejo, sería muy recomendable que esos tres jureles cenaran durante un mes con los pobres. Cuando menos rebajarían unas libritas y eso, según los expertos es bueno para la salud. Tengo ahora para decirle, Maginito, que le deseo muchas felicidades y facilidades en el 2008 que está a punto de comenzar…Verá usted, mi querido charlatán de aldea, hace unos diítas que el presidente venezolano Hugo Chávez Frías habló de la posibilidad de canjerar por bienes y servicios la parte financiada de las importaciones petroleras de Petrocaribe. Chávez Frías dijo que ese sistema se emplea en los negocios petroleros con Cuba y da excelentes resultados. La República Dominicana sería beneficiada si Venezuela implanta ese sistema ya que las compras del oro negro y sus derivados nos hacen totumas en ambos ojos… Verá usted,  caro Magino, que se está frente a un buen proyecto, un proyecto que aliviaría pesadas cargas que gravitan sobre nuestra economía. A lo mejor por eso, don Magino, tres lanzadores derechos, sin dejar enfriar los pronunciamientos del mandatario sudamericano, «condicionan» la forma en que el gobierno dominicano debería mantener sus relaciones con Petrocaribe. El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Santiago, Iván Reynoso, sugiere «un organismo como el Fondo Monetario Internacional (FMI) que sea vigilante de un buen ejercicio comercial y gubernamental». Vamos a darle una calificación A, para no pelear con quien desea la vigilancia de un organismo como el FMI, ignorando que hay un bolero que se puede dedicar al FMI cuando dice que «como tú ninguna»… La señora  Maribel Gassó, de la Confederación Patronal, habla sin rodeos: «Una mala gestión de los fondos provenientes de los pagos aplazados en la factura petrolera de Venezuela, puede dejar a tres generaciones endeudadas. Así que lo primero es establecer unas reglas que se respeten. Y para ello el gobierno debe sentarse con el sector industrial». La búsqueda del jodido consenso es que genera estas reacciones un tanto soberbias. Ignacio Méndez, presidente de la Federación de Asociaciones Industriales (FAI) expresa que le inquieta «que el pacto de Petrocaribe es, en principio, un alivio, pero debemos contar que en este proceso intervienen otros ingredientes como la política y Refidomsa». ¿Se da usted cuenta, don Magino, por qué Fidel juega con duro?    

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