Coctelera

Coctelera

Poner un kurdo a gobernar Irak es lo mismo que colocar a un haitiano a gobernar la República Dominicana. Farmacia Mella.Clarence House se llama «el nido de amor» que ocuparán desde hoy, de manera oficial, el príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles. Los «huevos» de ese nido los puso Carlos hace años, cuando abandonó el bizcochito de Diana de Gales por su veterana amante…

Se lee que Estados Unidos planea reducir el número de tropas de ocupación en Irak y en Afganistán. Mire, Magino, esas guerras son de desgaste y los gringos no ganarán ninguna de las dos. Lo que pasará es que los cementerios de Estados Unidos se llenarán de tumbas con banderitas de las barras y las estrellas y al final de cuenta pasará lo mismo que en Vietnam si se continúa con la práctica de que «aquí mandaré yo»…

Aquí, mi querido Maginito, existe un grupo de políticos que, al parecer, son consumidores de esteroides, pues además de bocones se las pasan todo el tiempo con muestras de una guapería que manda madre…

¿Que en el país se han construido obras, de grado a grado, por más de 1,200 millones de dólares en las últimas décadas? ¿Y qué ? ¿Acaso no son ingenieros debidamente registrados en el CODIA quienes realizan esas obras? Mire, Maginito, este es un arroz con mango que también manda madre y la división es aun mucho peor. Existe una ley de concursos que no se cumple, es decir, marco legal no ha faltado. Lo que ha faltado, digamos, es un Colegio que diga, cuando se habla de realizar las obras: «No señor, por concurso o nada». Pero, ¿quién deja de halar para su banda?…

Magino, estamos de acuerdo con los juicios externados por Bienvenido Alvarez Vega: muy bien haría el presidente Leonel Fernández en sentarse con los médicos para buscar una solución a los problemas existentes con los profesionales que ya se especializan en materia huelgaria. Siempre hemos favorecido, viejo charlatán, que se busque una solución armónica a esa situación. Estamos de acuerdo en que los médicos están muy mal pagados. Y del estado en que se encuentran los hospitales, creo que no hay periódico dominicano alguno que haya mostrado más pruebas de ese desastre que HOY. Ahora bien, con lo que nunca hemos estado de acuerdo, ni estaremos, es con la metodología usada por el sindicato médico para buscar sus «reivindicaciones». Estamos en desacuerdo con sus muestras verbales de prepotencia, con sus amenazas y con el abandono frecuente de los enfermos a su suerte debido a los paros, paros que, por otro lado, ningún beneficio han dado a los médicos, sobre todo por la posición intransigente que asume el gobierno. Es claro, muy claro, que esa situación debe concluir y las partes deben recurrir a un diálogo civilizado, deponiendo intereses, sobre todo los sectarios. Deben cesar las amenazas, de lado y lado, y las partes abocarse a exponer sus problemas con argumentos razonables. Sabido es que el gobierno no puede aumentar, en este momento, el cien porciento a los salarios de los médicos, como tampoco puede hacerlo con el de los maestros. Pero está muy claro que los médicos no pueden subsistir con los salarios que perciben. Como tampoco los profesores. ¿Es imposible lograr una solución intermedia? Y como bien dice Bienvenido, es muy necesario que el gobierno incorpore a los profesionales a verdaderos planes para mejorar la desastrosa Salud Pública nacional…

¿Recuerda usted, mi querido Magino, alguna demostración mundial de duelo como la que acabamos de presenciar en ocasión del fallecimiento del Papa Juan Pablo II?. No creo que la historia de la humanidad registre un caso similar. Millones de personas, centenares de millones de personas alrededor del planeta, mostraron su dolor por la partida de un hombre bueno, de un hombre que vivió para servir y para predicar la paz, la unidad de los seres humanos. Conservador en muchos aspectos fue el Papa Juan Pablo II; al mismo tiempo, un hombre que defendió con extraordinaria vehemencia sus firmes creencias. Su sepelio, ayer, fue la culminación del duelo mundial. La presencia de reyes, jefes de Estado y de Gobierno, líderes de todas las actividades humanas, directores de religiones cristianas y no cristianas, constituyó una prueba inequívoca del respeto y del cariño ganado por un hombre que tanto hizo a favor del ecumenismo. ¡Juan Pablo, no lo dude Magino, tenía más seguidores y simpatizantes que la propia religión católica!

Publicaciones Relacionadas