Coctelera

<p>Coctelera</p>

El dinámico secretario de Interior, doctor Franklin Almeyda Rancier, considera que “algunos medios de comunicación” hacen mucho ruido con los hechos de violencia que ocurren en el país. La mejor respuesta que el Coctelero puede dar al pronunciamiento del estimado amigo y funcionario, es recordando una vieja anécdota de la cual es protagonista el querido Angel Miolán. Miolán era el director de Turismo en una administración presidida por el doctor Joaquín Balaguer, cuando hechos violentos sacudían la conciencia nacional.

Miolán invitó a un grupo de directores y ejecutivos de medios a un almuerzo que tuvo lugar en el desaparecido restaurante Italia, de la Juan Isidro Jiménez, de esta ciudad… Durante el almuerzo, el cordial Miolán mostró su preocupación por la forma en que la prensa dominicana destacaba, en sus primeras páginas, los crímenes que a diario se cometían en el país. Dijo que la forma en que se presentaban los hechos dañaba el turismo y afectaba la inversión extranjera. El Coctelero, que a la sazón era jefe de Redacción de El Caribe, interrumpió a Miolán y le preguntó cuáles medios, en su primera página, habían reseñado ese día asesinatos u otras vainitas parecidas. Don Angel, sonriente, respondió que ese día había notado, con gran alegría, que ningún diario se refería en su portada, a crímenes o atracos. Entonces el Coctelero volvió a la carga y le preguntó al director de Turismo que cuántas personas habían sido asesinadas el día anterior. Miolán contestó con una risotada, convencido de que los periódicos, aunque alguno pueda un día exagerar, nunca ponen la “materia prima” a la hora reseñar crímenes. ¿Estamos?… Doña Cristina Malmberg Calvo, la representante del Banco Mundial aquí, muy activa en los últimos días, manifestó que la institución a la que pertenece tiene congelado un desembolso por 100 millones de dólares, de un préstamo por 150 que concedió al país para asuntitos energéticos. Expresó que para soltar los cien millones, el país tiene que cumplir con la pendejuana de crear las empresas de líneas de transmisiones y para las hidroeléctricas. Confieso que no entiendo bien eso de las hidroeléctricas, pues por la mente no me pasa la idea de que el Estado sea incapaz de seguir operándolas. ¿O es qué hemos llegado a un punto tal de incompetencia que tenemos que privatizar hasta nuestras aguas? Responda, Magino, no sea tan pendejón…. Magino querido, ¡qué buenos charlatanes somos que no podemos convertirnos en la primera “potencia” exportadora hacia Haití! Haití nos compra cerámicas, varillas, alambre, PVC, cemento y muchísimas líneas agropecuarias. Pero muchas veces las exportaciones se hacen en forma desordenada. En materia de alimentos, podemos vender a Haití muchos de los productos que los vecinos necesitan. Eso sí, las cosas hay que hacerlas en forma ordenada, protegiendo a los nuestros sin engañar a los haitianos. Pero tenemos el caso de los productores de huevos, que se quejan de “un contrabando” de 2,500 gallinas ponedoras. ¡Carajo! Cualquiera se pregunta cómo puede introducirse un contrabando de gallinas. Mire, Maginito, solo con los “mercados” semanales que se hacen en la frontera, los productores de huevos tienen ventas aseguradas. ¿Vale la pena, entonces, poner en peligro a esos productores? Le voy a decir una cosa, viejo vagabundón, con el único país del mundo con el cual podemos ser “imperialistas” es con Haití. Pero ni eso sabemos hacer… ¿Qué una comisión del PLD decidirá si se usan fondos del Estado en las campañas interna y externa de la agrupación política? ¿Pero es qué estamos locos de verdad? ¡Qué carajo tiene que discutir una comisión del PLD, de un asunto que está prohibido por la ley, por la ética y por las buenas costumbres! ¡Qué buena falta nos hace una pela de chucho!… Tremendo escándalo han armado aquí distintas agrupaciones oficiales y privados ante el anuncio de que la Ocean World traería al país varios delfines adquiridos en Japón. Organizaciones gubernamentales y particulares no conciben cautiverio de esos delfines, que tienen más defensores que muchísimos infelices, también en cautiverio, en distintas prisiones, sin que se le conozcan procesos hasta por un par de años. De todos modos, Maginito, vale la pena preguntar: ¿y qué pasa con los delfines que se exhiben en albercas de Miami? ¿Y de México? ¿No viven esos delfines más bien que Lola?

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