¿Cómo anda Magino, ese diablo a caballo? ¿Anda todavía? Ni modo, entonces no necesita ir en coche. Por aquí todo bien, no hay gas, está el apagón que hiede a barco viejo, el comerciante, que se da gusto vendiendo al precio que le viene en ganas, pero eso sí, cumpliendo al pie de la letra la ley de la oferta y la demanda, aun cuando mande al carajo a las otras leyes y nadie lo meta en cintura. Es decir, mi querido viejo, todo está normal… oVamos ahora, Maginito, a retrotraernos unos sesenta años; vamos a hacer como decía Tres Patines: “ir para atrás del almanaque”.

Corría el 44 o el 45 del pasado siglo, cuando se efectuaba tremendo inter-barrial de béisbol, un béisbol juvenil que despertaba entusiasmo en la tranquila ciudad de entonces.

Tenía San Juan Bosco como escenario. Y allí se destacaba un joven torpedero de unos dieciséis años. Militaba con Villa Francisca. Buen fildeador, ágil para cubrir campo y un hiteador consistente. Pasaron los años. Dejó el beisbol de competencia. Pero siguió con el informal. Entusiasta propulsor del softbol en el Centro Obrero. Hípico hasta la tambora. Fundador de la Liga del Centro. Trabajador incansable en la imprenta de los hermanos Elías y Lulo Stephan. Luego en la suya y de su hermano. Buen padre de familia. Excelente amigo. Rindió su tributo a la vida hace algunos días para acudir al tribunal del Creador. Mis recuerdos cariñosos para un amigo de infancia, para Rómulo Vallejo Cancú…

Maginito, el presidente Hipólito Mejía termina su gestión el próximo lunes, 16 de agosto, cuando entrega el mando a su sucesor, Leonel Fernández Reyna. ¿Duda usted, todavía, de los daños que provoca la jodida reelección presidencial? La Constitución, arreglada a la medida para que Hipólito se repostulara y se engañara a sí mismo, no impide que un gobernante quiera seguir chupando la tetica oficial por cuatro añitos más. Ojalá que la tentación no estremezca a Leonel, quien jamás ha sido anti reeleccionista. Ojalá que el joven hombre de Estado no pase por alto que en el programa de gobierno de su partido se prohíbe la reelección presidencial. Ojalá que jamás haga caso a los mismos chulos de siempre, quienes se convierten en auténticos hacedores de monstruos. Por el bien del país, por el bien del propio Leonel Fernández…

El superintendente de Riesgos Laborales, doctor Bernardo Defilló, lo dice claramente: las administradoras de Riesgos de Salud (ARS) no pueden cobrar ni descontar a sus afiliados cuota alguna para cubrir seguros familiares, pues esos seguros no han comenzado. Y también advierte que las administradoras que hayan hecho cobros de ese tipo tienen que devolver el dinero, so pena de ser ‘descontinuadas’. Ya lo saben quienes desean correr más que la bola…

Nadie ha dicho, mi querido Magino, que es ilegal el convenio suscrito por la Corporación de Empresas Eléctricas del Estado y generadores de energía, por virtud del cual se autoriza a esos últimos a cobrar hasta más de 3,000 millones de pesos a clientes VIP de Jode Norte y Jode Sur por concepto de deudas contraídas por la organización estatal con los amigos privatizadores. Lo chocante es que se haga el acuerdo y el pobre país se entere por la izquierda, pues ni la CDEEE ni organismo oficial alguno se refirió al mismo. Además, Maginito, ¿no podía el Estado cobrar a esos VIP y pagar a los generadores? ¿Hay que permitir que se cree una empresa que cobre y se beneficie con una comisión que llegará a más de doscientos millones de pesos cuando todo esté confluido?…

Ya que CDEEE, es decir el gobierno, cree tan bueno el convenio, ¿no podría suscribirse otro parecido, por virtud del cual el Estado seleccione una serie de contribuyentes VIP de Impuestos Internos, para que éstos paguen directamente la deuda externa del país, digamos a los generosos bancos de Miami y de Baltimore que, con aval gubernamental norteamericano del Eximbank han prestado centenares de millones de dólares para muchísimas pendejadas que se han hecho y se hacen por aquí? Valdría la pena estudiar la idea, sobre todo para tranquilizar a los editores económicos de The New York Times que ya nos ven, con razón, a las puertas de la insolvencia…. o Bien, Magino, disfrute sus apagones y joda poco, que el barril no está para hacerle hoyitos.