Coctelera

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Tenga buenos días, mi querido Magino. Sin duda alguna, viejo vagabundón, que cuando el presidente Leonel Fernández retorne a su despacho del Palacio Nacional encontrará que la pelota se pone dura, dura, verdaderamente dura. De palabras y de hechos. Con presiones internas y externas. Es decir, Maginito, es pa’lante que vamos…  La madre le pregunta al niño: “Dime, Chichí, ¿qué proyectas hacer cuando seas grande?”. El niño mira a su progenitora, ríe y le responde: “Oh, vieja adorada, para bien de todos, quiero ser dirigente o miembro de Fenatrado, de verdad o como testaferro”. La madre, intrigada, vuelve a preguntar: “¿Y por qué eso?”. El carajito le contesta: “Por que así tendré derecho a todo, a amenazar, a desordenar, a desafiar a todo el mundo y como las autoridades prueban que son medio boca de burros, ni modo, seguir jodiendo el parto, que ya el Doctor y su equipo pesado son cosas del pasado”…  Bienes Nacionales amenaza con cancelar a los empleados que se quejan por falta de pago. ¡Qué bueno es así, buenos abusadores! ¿Y por qué, mejor, no pagan a los empleados y se dejan de bravuconadas? Pónganle el frente a quienes, públicamente, dicen que aquí no habrá paz si no lo dejan tranquilo y los bocones gubernamentales se quedan que ni pipí se atreven a hacer…  Magino, ¿no será posible globalizar la temperatura, para así enviar parte del calor que nos enferma a los hermanos del DR-Cafta, por ejemplo? De esa manera hay que esperar que el gran hermano que nos vigila y nos atetera nos remita un poquito del frío que tienen por allá desde noviembre a abril…  Jode Sur, la bella y coqueta distribuidora del Estado invita al caliesaje, cuando pide a la ciudadanía que denuncie “irregularidades” que pueda observar en el servicio. Se quiere referir, esa explotadora, a los “robos” de energía, pero a los robos de aquí hacia allá, nada de allá hacia acá. De todos modos, viejo Magino, para complacer a Jode Sur, se puede denunciar que los llamados usuarios del servicio están con las nalgas ardidas, pues los apagones no dan tregua a la ciudadanía. ¿De qué robos del carajo me hablan? ¿Cómo se puede robar lo que no se sirve? Nos referimos, eso sí, a los pendejos a quienes revientan las costillas, no a los “poderosos” que se las arreglan para sustraer la energía que puede llegar por allá. Pero a esos, por más amenazas, por más guaperías, nadie les marcha. Y no me vengan con la vaina de coroneles o generales, que uno está harto ya de que lo quieran encucar con uniformes, que más bien harían persiguiendo delincuentes de verdad, de esos que tienen bellos escritorios, que despachan en lujosas oficinas con acondicionadores de aire y con libretas de cheques para comprar conciencias. ¿Estamos?. Jode Sur, cuanto tiene que hacer, es servir energía, que cobra muy cara, y dejarse de payasadas…  Maginito, en las Naciones Unidas, jamás se atacó con palabras tan fuertes a un presidente norteamericano como ocurrió ayer cuando el mandatario venezolano Hugo Chávez Frías hizo gárgaras con George Bush. Y eso que Fidel habló allí. Chávez, en su peculiar y nada diplomático estilo, llamó “Diablo” a Bush y llegó a decir, al ocupar el podio, que “ayer estuvo aquí, en esta tribuna, el Diablo, todavía huele a azufre”. Lo bueno del caso es que las expresiones de Chávez arrancaron risitas, risotas y risotadas. Es decir, caro Magino, muchos culebros celebraban el hecho de que Chávez se atreviera a decir en voz alta lo que ellos pensaban. Está muy bien eso de obligar a que los dueños de solares baldíos los mantengan limpios. Pero de ahí a decir, como se dijo en Santo Domingo Norte que serán expropiados los solares cuyos dueños no los limpien, hay una gran diferencia. ¿Y el derecho a la propiedad? No joda, Magino, que ya estamos cansados de vainas. A los síndicos se les puede decir que existe una resolución o ley que obliga a los dueños de solares a tenerlos limpios y con un rótulo que indique quien es el propietario del inmueble. En los días en que Don Fello, el de San Cristóbal, era el huésped de la Doctor Báez cuando el dueño de un solar lo mantenía sucio, cargado de yerbas, el entonces Consejo Administrativo de Santo Domingo o del Distrito Nacional, enviaba una brigada a limpiar el inmueble y remitía la factura indicando el dinero a pagar al dueño medio sordo, a quien, sin visitar médico alguno, se le destapaban los conductos auditivos y remitía el valor de lugar. Salud Pública, o Sanidad, por su parte, obligaba a que se fumigara el solar. Pero esas costumbres se echaron de lado cuando nos hicimos libres…  ¡Bueno que está el pleito ese de Verizon y la Dirección de Impuestos Internos! Cada uno tirando hacia su banda. Verizon se agarra de un clavo caliente y aprovecha la opinión de un disidente en INDOTEL, mientras que el gobierno responde, de inmediato, con el juicio de un muy reputado abogado que favorece la posición de la DGII. Como uno no sabe ni papa de esta vaina, tiene que limitarse a decir que más gente que el carajo entiende que con Canadá existe un acuerdo “de doble tributación”. La verdad, Maginito, es que al país le caerían más bien que el carajo los 500 millones que reclama a Verizon por las transferencias de sus acciones a una empresa del multimillonario y nada guanajo empresario mexicano Carlos Slim. De todos modos, viejito charlatán, que decidan los tribunales, nada de acuerdos de aposentos.

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