Hoy 
Buenos días, mi querido Magino. Tengo para decirle que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) asegura que los principales responsables en la escalada de los precios del oro negro son los especuladores. Un documento de la OPEP culpa de los altos precios a las mayores inversiones en los contratos petroleros a futuro por instituciones financieras, fondos de pensión y de inversión, debido a la relativa debilidad del dólar y los menores retornos de otros activos. Usted, caro Magino, tiene muy buena memoria. Dígame, entonces, ¿no escuchó por aquí, hace unos días, conceptos similares a los externados por la OPEP? No, por nada
La Organización de las Naciones Unidas, valiéndose de un informe de la UNICEF, ha expresado su preocupación por la venta de niños haitianos, preocupación que compartimos. La Organización habla de que unos 350 niños han sido negociados por una partida de bandoleros que, al parecer, goza de protección de autoridades. Ahora bien, el Movimiento de los Sacerdotes Jesuitas Solidaridad Fronteriza al hacer una denuncia similar, considera que de enero a abril de este año, ha contado 1,353 niños que han sido objeto de tráfico humano. Ese número lo considero exageradísimo, y por eso sería ideal que los jesuitas mencionaran cuando menos los nombres de cien de los niños víctimas del odioso tráfico. Algo es elemental, mí querido Watson: si hay tráfico de niños por la frontera, hay también connivencia de las autoridades con los traficantes. Eso se podría resolver con un chin de voluntad política. Durante los fines de semana cardúmenes de niños haitianos aparecen en las esquinas de mayor tráfico, pidiendo centavos, expuestos a toda clase de peligros, mientras sus managers permanecen a buen recaudo…
Los países poderosos envían a las naciones pobres una ayuda financiera que no sería necesaria si recortasen sus emisiones de gases. Quien así habla es Anote Tong, presidente de Kiribati, un archipiélago formado por 33 atolones y una isla volcánica en el Pacífico. Ocurre que Kiribati está llamada a desaparecer en los próximos cincuenta años debido al cambio climático. Y Tong se ha dirigido a muchos países para tratar de movilizar a los 105,000 habitantes de las islas. Solo Nueva Zelandia ha respondido en sentido afirmativo. ¡Cuánta solidaridad mundial!….
Maginito, no le jodan la pista a Chello Despradel. ¿Por qué amenazarla? ¿Acaso no tiene doña Consuelo derecho a decir lo que le plazca, siempre ajustada a la ley? No es verdad que con amenazas van a callar a Chello, pero de que hay que proteger a la querida comentarista, ni modo, a protegerla. ¡Y doña Chello, garrote con todos estos bandidos que están sueltos por obra y gracia de una autoridad muy ocupada para pensar en la ley.
