Bueno, pero muy bueno, el choque de trenes entre el Banco Central y el presidente del Grupo Popular, Alejandro Grullón E. Es necesario recordar que la Junta Monetaria dispuso, en su sesión del pasado jueves, que a contar del 17 de julio próximo, los bancos deberán depositar en el Central el 2% del encaje legal que podían mantener en sus bóvedas.
Con esa medida se persigue desmonetizar 7,000 millones de pesos, suma que elevaría a 24,000 millones la desmonetización, ya que el Banco Central, de sus reservas vendió 500 millones de dólares. El Banco dice que busca frenar la presión inflacionaria y su política monetaria ha sido aplaudida por el FMI
Al día siguiente de la disposición de la Junta Monetaria el banquero Grullón le entró a dos manos al Banco Central y dijo que esa institución es responsable de la falta de liquidez en la economía. Grullón, fundador del hoy poderoso Banco Popular, censuró que el Banco Central succione el medio circulante para mantener la prima que se paga para adquirir el dólar norteamericano a los niveles de los últimos tiempos. El reputado banquero considera que ese es un error, como lo es la emisión de certificados con altas tasas de interés para reducir el medio circulante. A eso atribuye Grullón que la banca comercial carezca de dinero para prestar.
El banquero considera que para que pueda haber desarrollo se necesitan recursos que serían destinados a la agropecuaria. Estimó que el Banco Central debería permitir que la tasa de cambio subiera un poquito. Y al mismo tiempo manifestó que el país debe volver al campo y olvidar, aunque no por completo, la economía de servicios. Ya veremos en qué para este liíto. Para comenzar, el presidente del Senado estima que el grito de Alejandro se debe a que es posible que las últimas medidas de la Junta Monetaria afectaran al Grupo Financiero Popular
El precio del gasoil subió a RD$186.60 el galón. ¿Un estímulo para el agro? Hace un par de años dije que el precio del gasoil y de la gasolina corriente se igualarían
La presidenta de la Confederación Patronal, Maribel Gassó, parece que ha vivido todo el tiempo en el extranjero. La guapa empresaria estima como una barbaridad la amnistía fiscal propuesta por el presidente Leonel Fernández para los empleadores públicos y privados con atrasos en la seguridad social. Maribel se pregunta que cuál es, entonces, la recompensa para quienes cumplen la ley. ¡Ninguna! ¿No le han dicho a Maribel que el Acueducto solía dar una gracia a sus clientes? Si usted debía, digamos, seis meses por el servicio de agua, pagando el último aviso todos los atrasos eran borrados. ¿Y los que pagaban a tiempo? Bueno, que se fastidiaran, por pendejos ¡No me jueguen pindilú con la vaina esa de la Cámara de Cuentas! ¿Estamos?