Coctelera

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Buenos días para el excelso Magino, ilustre ciudadano de la patria. Mis primeras palabras, en el dialoguito de hoy, van dirigidas a pedir al Altísimo por la salud del viejo y estimado amigo Salvador Jorge Blanco, expresidente de la República y alto dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). El doctor Jorge Blanco fue operado por el neurocirujano José Joaquín Puello, en la clínica Abreu, de esta ciudad.

 Que Dios devuelva al doctor Jorge Blanco su plenitud de salud, para disfrute de quienes le apreciamos de veras… Mucho nos alegra saber, querido Magino, que la Secretaría de las Fuerzas Armadas, el Ayuntamiento del Distrito Nacional, la Secretaría de Cultura y la Comisión de Efemérides Patrias unen sus esfuerzos para rehabilitar los alrededores del Altar de la Patria y la Plaza de la Bandera. Ahora bien, Magino, terminado esos trabajos de rehabilitación, algún organismo del Estado, de manera permanente, tiene que ocuparse del Altar de la Patria. No es posible que el sagrado recinto, donde reposan los restos de los fundadores de la República, se descuide hasta el punto de que se convierte en refugio de maleantes, con una vigilancia militar que mejor no debería existir si es para tolerar que hasta los cueros desarrollen allí actividades. El Altar de la Patria tiene que ser un sitio venerado para todos los dominicanos y desde la escuela y el hogar hay que educar a los niños en ese sentido. Es inconcebible el irrespeto que ha imperado no solo en los alrededores del Altar de la Patria sino en toda la plaza o parque Independencia. Allí el orden tiene que restablecerse, por las buenas o por las malas…q Magino, ojo abierto, todo el tiempo, con el DR-CAFTA y la cuestión de los medicamentos. Parece, según indicios, de que todo no está claro allí. Si se requiere a los laboratorios dominicanos el asunto ese de la información “no divulgada” en la fabricación de los medicamentos, habrá problemas. ¿Cómo divulgar aquí lo que no han divulgado los productores originales? ¿O se cree que éstos facilitarán esa información no divulgada a los locales? Inclusive se habla, extraoficialmente, de que por estos lares hubo funcionarios que llevaron al Ejecutivo un proyecto de decreto —que se firmó— estableciendo disposiciones no santas que jamás pasaron por el Consejo Nacional de Salud y que van a beneficiar a los importadores. Mire, Magino, el precio de los medicamentos no hay quien los aguante. Hay de todo en el componente de los mismos, incluyendo la más grosera especulación. Un médico amigo se quejaba el sábado de que adquirió dos pastillas para combatir la osteoporosis —¡dos pastillas!— y tuvo que pagar 1,500 pesos por cada una de ellas…q La industria farmacéutica local tiene miles de millones de pesos invertidos. Produce medicamentos de calidad y a muchos más bajos precios que los importados. No es verdad que la contraparte extranjera del TLC a que aludimos ve con buenos ojos esa cosuanita. Maginito, para enfrentar el problema, entre otras cosas, es necesaria una férrea voluntad política que fortalezca a Promese, que le permita a esa organización dotar de genéricos a las clases más necesitadas, a precios asequibles a todos los bolsillos. No importa que se pongan bravitos los importadores “de marcas” y los dueños de farmacias. La salud va por encima de todo y deber del gobierno es protegerla como también proteger la industria nacional. ¿Nos atreveríamos a hacer lo que hace Brasil? Ya veremos… Andrés Van Der Horst merece congratulaciones, desde ya, en ocasión de festejar su programa el “Pelotero Estrella” treinta añitos de vida. Ese programa representa un gran esfuerzo de un grupo de deportistas comandados por Van Der Horst. Cuando Van Der Horst sacó al aire el programa, uno similar había recesado añitos atrás. Recuerdo que el “Pelotero Estrella de la Semana” se inició, prácticamente, con el renacer del béisbol profesional, allá por 1951. El programa llevaba el nombre de “Carta Real”, pues lo auspiciaba Barceló. Si la memoria no me falla, el programa fue una idea de Max Reynoso, Luis Napoleón Berges y Pedro Justiniano Polanco con la colaboración de cronistas deportivos entre los cuales se encontraban Félix Acosta Núñez, Tirso Valdez, Fidencio Garris, Melvin González, Billy Berroa, entre otros. La primera presentación creo que se hizo en el cine Max y después pasó al Julia. Maestros de ceremonias, que recuerde, eran Alfonso Martínez y Homero León Díaz. Y perdón por la falta de mejor memoria.

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