Coctelera

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Ser un “tapita” político, mi querido Magino, es una verdadera desgracia. Eso impide, por ejemplo, saber quien es el “cuarto hombre de poder dentro del gobierno”. Fue ese “cuarto hombre”, según el influyente Amable Aristy Castro, quien trató de convencerlo para que evitara la concertación de una alianza electoral entre el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y el Partido Reformista Socialcristiano (PRSC).

Aristy Castro, secretario de la Liga Municipal Dominicana (LMD) es un alto dirigente del PRSC. De acuerdo al agresivo funcionario municipal, el “cuarto hombre” del gobierno le ofreció “lo que quisiera” siempre y cuando trancara la alianza y esa oferta le fue hecha en el hotel Riu Bambu, de La Romana…  Aristy Castro lanza un serio cargo contra el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y del presidente Leonel Fernández. Para nadie, medianamente enterado de los acontecimientos nacionales, puede constituir un secreto el hecho de que Aristy Castro fuera uno de lo principales artífices en la firma del pacto PRSC-PRD. Muy lejos han quedado los días en que Aristy Castro era una especie de aliado táctico del peledeísmo, que le impuso por la fuerza al frente de la Liga, aún cuando tuvo que echar el pleito con el PRD y, básicamente, con su hoy presidente, el señor Ramón Alburquerque. ¿O es que acaso usted se olvidó, caro Magino, del famoso “entren to’coño” pronunciado por Alburquerque cuando quiso romper un cerco policial alrededor del edificio de la LMD en esta ciudad? Pocos días después, el entonces secretario de Interior y Policía, Ramón Andrés Blanco Fernández, tomó el juramento a Aristy Castro en el hotel Macorix, de la Sultana del Este, y el hábil político reformista inició, así, una carrera municipal que ha manejado con extraordinaria soltura, pues se ha impuesto a una tremenda mayoría perredeísta que es evidente que respalda su gestión…  Después de fracasar en cualquier movimiento para que Aristy Castro abjurara de sus esfuerzos pro concertación PRD-PRSC, el gobierno, directa o indirectamente, se ha manejado con evidente torpeza, pues aún cuando se ha ceñido a la letra de la ley para aplicar determinadas medidas, ha olvidado que el pragmatismo político es algo que jamás puede relegarse a un segundo plano. Aristy Castro, un hombre que hasta el finado Joaquín Balaguer entendió que no era fácil de postergar y mucho menos dominar con trapisondas, no esconde sus aspiraciones. Y estas no son las de quedarse al frente de la LMD o retornar al Senado. Su meta están fijas en el 2008: ganar la nominación presidencial en el PRSC y salir en busca de la jefatura del Estado en los comicios del 16 de mayo de ese año. El ha aprovechado, a las mil maravillas, el cargo de la LMD para relacionarse con los ayuntamientos de todo el país y jamás ha habido un secretario en la citada LMD que mantuviera mejores relaciones con los cabildos que el acicalado político reformista…  Aristy Castro sabe que le esperan días difíciles, con sus aparentes partidarios del PRSC y con sus adversarios del PRD. Del peledeísmo nada hay que decir. Y todo por su pública aspiración para el 2008. ¿Se habrá adelantado el hábil político a los acontecimientos? Creo que no. Tenía que hacerlo y hacerlo ahora, pues él no puede mantener posiciones como las que mantienen otros compañeros y compatriotas, definidos desde hace años, y que se sabe que, cada cuatro años, buscarán que el dado de la suerte les muestre el as y el seis. ¿Llegará Aristy Castro? Esa es otra cosa, pero no pase por alto que ni siquiera un extraordinario Balaguer subestimó al delgado y siempre perfumado político.

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