Coctelera…

Coctelera…

No hay duda alguna, mi querido Maginito, que los gustitos permanentes que podemos disfrutar en esta media isla llena de basuras de recipientes y de dos patas -basuras que caminan, corren, hablan y hacen otras cosas- esos gustitos permanentes, repetimos los ofrecen los beisbolistas dominicanos que militan en distintos equipos de las grandes ligas norteamericanas. !Tremendo espectáculo el ofrecido anteanoche por Miguel Tejada al conquistar el llamado «derby» de jonrones, previo al juego de las estrellas. Tejada, un jugador que se las trae, ofreció gran demostración de poder para imponerse a verdaderos astros. Y para mayor satisfacción, de ocho participantes en el «derby», tres eran dominicanos, pues a Tejada los acompañaron Samuel Sosa y David Ortiz.

Le escribo antes del juego de estrellas y muy contento todavía. Y como quien no quiere las cosuanitas, Maginito, la lista de mejores empujadores de la Americana es encabezada por Tejada, Ortiz, Vladimir Guerrero y Manuel Ramírez. Amén…

¿Qué los empresarios de la terminal internacional de Herrera adeudan cuarenta millones de pesos al Estado? Pues vergüenza debía darle a ese Estado por disponer de tan malos cobradores. ¿Qué parte de la deuda contraída se debe a que los empresarios aéreos no entregan los impuestos que los pasajeros pagan por salir del país? !peor todavía! Mire, Maginito, no sea nadie pendejo. A los empresarios hay que cobrarles como sea. Y los impuestos que pagan los pasajeros que salen, ni modo, a quitárselo a la flor. No culpemos solo a los empresarios por mala pagas, si son rigurosamente ciertas las denuncias. Culpemos, principalmente, al Estado por lo gran irresponsable que es…

Tengo entendido, Maginito, que un chusco acaba de crear un galardón, el «Testículo de Oro», que será entregado al funcionario de Salud Pública que más cuentos chinos haga en el año. Parece que ese premio le será otorgado este año, al querido amigo José Rodríguez Soldevila, secretario de Salud Pública, quien considera que las denuncias que se formulan sobre el desastre hospitalario son exageradas y que los medios al servicio del Estado son unos ñoños.

Mire, Magino, hay algo de ñoñería, pero se trata de la ñoña crisis que hay, de todo y más todavía. Es muy posible, viejo charlatán y enfermizo, que existan médicos ñoños. Como hay autoridades ñoñas. Puede, también, que la metodología que usan los médicos para protestar no sean la más adecuadas, pero no sea nadie pendejo, es claro que los médicos trabajan por una miseria salarial, como trabaja la inmensa mayoría de los dominicanos, donde quiera que se encuentren. Desde luego, viejito vagabundón, el desafortunado proyecto de ley preparado dizque para aumentarle el sueldo a los galenos no pasará, ahora menos, después que el «parcho fiscal» que irá ya se fue a las Cámaras, aumenta el selectivo a los rones, cervezas y tabaco…

Mire, Magino, usted, por el hecho de tener dinero, se quiere servir con el cucharón, no con una cuchara grande. Usted compra más certificados que el carajo en el Banco Central, con una rentabilidad de hasta un 60 por ciento. Digamos que usted invierte diez millones de pesos en esa vaina. La comprita le representa seis millones de pesos en beneficios y usted grita pues no quiere pagar un quince porciento de esos beneficios en impuestos. No joda nadie. ¿Qué negocio le da un 60 por ciento de rentabilidad? Y si usted conoce alguno, dígamelo, para también grabarlo ¿Que se rompe el secreto bancario? Pues vamos a buscarle una solución a eso. Digamos que el Banco del Parque Independencia paga cien millones de pesos en intereses en el mes de agosto. Pues ese banco, convertido en el parcho fiscal, por ese concepto tendría que entregar 15 millones de pesos a Impuestos Internos, dinero, que deducirá a sus clientes al pagar los intereses. Todo en paz Impuestos Internos seguiría ignorando a quienes se pagó…

Pero en cuanto a que se informe de las transferencias en dólares al extranjero, a través de la banca comercial, hay que decir que cuando se creo el Banco Central y no sabemos hasta cuándo, toda solicitud de giro, incluyendo las transferencias, tenían que ir al Central, que las registraba de inmediato. Era un servicio diario, a cargo del Departamento de Estudios Económicos. Eso sí, Maginito, quienes sacaban dólares lo hacían por la «izquierda» y en efectivo, pues por transferencias vía banca comercial eran muy contadísimas las solicitudes que se formulaban. Fello el de San Cristóbal tenía los juegos muy pesados en esa materia.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas