Muy buenas, don Magino. Veo, viejito charlatán y juguetón, que México y República Dominicana han respondido muy bien a los cargos lanzados en un informe anual dado a conocer por el Departamento de Estado. ¿Que tenemos funcionarios corruptos, ligados a muchísimas vagabunderías, hasta el narcotráfico? ¡Estados Unidos acaba de descubrir el hilo en conito! Sí, pero ya está bueno de que generalicen, de que hablen de la existencia de funcionarios vagabundos que deberían estar tras las rejas o debajo de las rejas. Importa, por encima de todas las cosas, que informes tan bien elaborados como los que prepara el Departamento de Estado, revelen nombres y digan, con pelos y señales, quienes son los vagabundazos de estas aldeas subdesarrolladas que merecen ir a las barras de los tribunales….
Ese informe, Maginito, es la del carajo. Cubre el mundo entero, vamos a decirlo así. Pone especial énfasis en los derechos humanos. Y dice cosas que espantan a cualquier mula, pues ya hemos llegado al extremo de que las mulas se alfabetizan de manera funcional. Ahora bien, si usted lo lee completito, se da cuenta de que el estado de los derechos humanos y otras cosuanitas, de los Estados Unidos, no aparecen allí. Y eso es lógico. Natural. Había que esperarlo así. Por eso, Maginito, y por pura reciprocidad, para expresar nuestra gratitud al gran hermano orwelliano, las Cancillerías de nuestros países, o el Senado, podrían preparar un informe completito, detallado hasta el último buchito, del estado de los derechos humanos en el norte bravío y acusador, así como también en los territorios que ocupa o en los cuales gravita en forma decisiva….
De esa manera, Maginito, nuestros investigadores recorrerían parte del mundo para indagar como están las cosuanitas, digamos en Afganistán. Se podría establecer, de manera clara, precisa y concisa, qué pasa con los talibanes que se encuentren por allí. Pero si usted quiere más, podría buscar la forma de que le permitan entrar en la base de Guantánamo, no para averiguar porque no le entregan ese territorio a Cuba, sino para saber como son tratados los talibanes presos en ese lugar. Podríamos tratar, Maginito, de que se lograra un trabajo bien documentado de cuanto pasa en Irak. Eso, según luce, no está muy fácil que digamos. Nos apena muchísimo que tantos soldados pierdan la vida en una guerra que, al parecer, no es la suya. Pero algo nos consterna tanto o más todavía: no puede ser que los irakíes sean tan certeros que con cada bala que disparan cae un soldado. ¿Y los heridos, por que jamás se habla de los heridos, no se sabe cuantos heridos hay? Eso no es una pendejadita, pues rehabilitar un herido es tarea para gigantes, para titanes, y eso amerita hacerse constar en cualquier informe….
¿Sabe usted, Maginito, lo divertido que sería conocer en un informe detallado cuanto acaba de ocurrir en Haití? El depuesto presidente Jean Bertrand Aristide habla de que fue secuestrado y llevado a la República Centroafricana por soldados norteamericanos. Estados Unidos niega eso y asegura, por el contrario, que fue el propio Aristide quien pidió que lo sacaran de Puerto Príncipe. Usted se sentiría contentito de verdad si se enterara de que, en algún momento, Guy Philippe y Jodel Chamblain hablaron con los gringuitos que ahora no los dejan acercar por el Palacio de la capital haitiana y dicen que «ningún matón» formará parte del gobierno que se formará en la vecina república…..
Interesante que sería conocer si es cierto que funcionarios norteamericanos intervienen por estos paisitos de pipiripao para evitar que las patentes médicas, ya vencidas, puedan ponerse en ejecución para abaratar el costo de los medicamentos que necesitan nuestros enfermos, aprovechándose de funcionarios sin timbales que temen más al verbo flamígero de cualquier pro cónsul imperial que a la ira contenida de sus propios pueblos….¿Cree usted, Maginito, que por estos pequeñitos habrá equipo colgante para preparar esos informes? Ni de juego, con la excepción de un señor que desde hace cuarentaicinco añitos hace cuanto le viene en ganas en su país aunque se encuentra a pocas millas de un Estado Yankee que se ha hecho más famoso que el carajo por un fraude electoral.