Coctelera

Coctelera

Siempre he dicho, mi querido Magino, que lo bueno del béisbol es que cada día uno aprende algo relacionado con ese pasatiempo-negocio o como usted quiera llamarlo. En la mañana de ayer, cuando El Nacional dominical llegó a mis manos, comprobé ese asuntito. Pasé casi “buena noche” viendo el recital de pitcheo que ofreció Pedro Martínez frente a los Padres de San Digo. Y digo “buena noche”, porque mala noche es pasarla al lado de un enfermo, preso aguantando cambimba, etc., pero en una fiesta, o en un juego como el que tiró Pedro, todo es buena noche.

Bien, pero vayamos a El Nacional. Ví una tremenda foto de Pedro después de realizar un lanzamiento pero jamás me imaginé que la bola que tiraba era la “lenguada”, pues está con media lengua afuera. Pero eso no es nada, pues en la misma edición del periódico observé una gráfica director del mismo, el tremendo Radhamés Virgilio, cuando realizaba los movimientos para soltar la primera bola en un torneo que muy merecidamente, le dedican en su Santiago natal. No me sorprende que Radhamés Virgilio ya no use la velocidad y prefiera manejarse a base de cambios. Pero lo que me dejó atónito es que emplea la bola “lenguada” como Pedro Martínez y eso no es ninguna pendejadita. Mire Maginito, no se si eso le va a gustar a Radhamés Virgilio, pero permítame decirle que hoy es lunes, que los víveres siempre se ponen escasos el domingo y que con esta pendejadita le he escrito casi una cuartilla. Agradecido… Maginito, no juguemos con la vaina esa del alza del petróleo. El presidente Hugo Chávez, de Venezuela, hace más de un año dijo que entendía que el precio del barril de petróleo debía ser de cien dólares. Se acerca. El Doctor de la Máximo Gómez, a sus amigos, solía decirles que el precio del galón de gasolina iría a los doscientos cocos. Lo cierto del caso es que el gobierno tiene que estar más preocupado de la cuenta, pues lo que le viene arriba al país no es chiquito. No sé, Maginito, pero tal vez ya es tiempo para darle facilidades a todos aquellos que quieran buscar energía solar y eólica. Se podría, por ejemplo, exonerar cuantos impuestos tengan que pagar los insumos necesarios para la explotación. Y hasta ofrecer la exención del impuesto sobre la renta durante algún tiempo. Como siempre fuimos cabeza dura, jamás hicimos caso a las advertencias que se hicieron para buscar una solución al transporte colectivo…  No, que va. Todos los colores de partidos ganadores vinieron con su demagogia y miles y miles de vehículos de motor eran importados. Hoy vemos el panorama en forma aterradora. Y eso no es nada, cuando los leones del transporte comiencen a exigirle vainas al gobierno para enfrentar la crisis es que usted verá si el gas pela. ¡Y cómo aquí tradicionalmente, se le ha tenido miedo a los choferes, prepárese y joda poco!… ¿Es que usted por boca de burro, no se ha dado cuenta de que el alza del petróleo elevará todo? ¿En qué se transportan los alimentos a las ciudades? ¿En qué viaja usted? ¿En qué se mueve usted hacia el extranjero? ¿Y la tarifa eléctrica, además de los apagones? ¿Y el agua? ¿Y el teléfono? Mire, viejito bandido, es todo, absolutamente todo, que va hacia las nubes…  ¿Qué se robaron una réplica del bastón de mando de Napoleón que sería exhibido en la Biblioteca Nacional? Y si traen a Napoleón, ¡se lo roban también!… La verdad, Maginito, es que no se cómo existen tantos boca de puercos que darán su voto por quienes hasta el sueño le roban con las jodidas peinadoras que dañan la ciudad. ¿Qué eso es imposible de acabar? No me joda usted, mande al general Sanz Jiminián, con poderes, y verá usted como acaba con eso ¿Acaso no acabó con el ruido en los colmadones? Todo es asunto de decisión y de apoyo político.

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