Coctelera

Coctelera

¡Salud, viejo sinvergüenza! Ya lo sabía, no podía ser verdad tanta belleza. Me refiero al suministro de energía, cuando menos en un amplio sector de Bella Basura, que permaneció «iluminado» casi cuarenta horas consecutivas. Pero vino la «normalidad», bien sea por black-out, por falta de generación, por averías o por lo que fuese. Desde el lunes en la tarde es tabla y más tabla. Y ayer martes la cosa fue más seria que el carajo. Ahora me dicen que hay fallas en el sistema de interconexión. Es decir, más apagones. En esta vaina de la energía, sino es Juan es Juana, pero el resultado siempre es el mismo, apagones por doquier…

Maginito, de que progresamos, progresamos. Imagínese usted que en esta ciudad existe un colegio privado en el cual exigen a los padres de los alumnos que envíen ocho rollos de papel higiénico, dos cajas de tizas color blanco y una de colores. Lo lindo del caso es que eso se hace impunemente, nadie le pone el cascabel al gato aunque saben que hay colegios llenos de esos felinos. En este pobre y desdichado país la educación se ha convertido en un negocio vulgar y el Estado ha permanecido, prácticamente, con las manos atadas, manos que suelta para golpear a los contribuyentes cuando conviene a sus intereses…

La odisea que pasan los padres, especialmente los de clase media, para enviar sus hijos a colegios privados no tiene madre. No se trata, exclusivamente, de las tarifas que tienen que pagar. Vienen los costos de los uniformes, de los zapatos, de los útiles escolares y de exigencias hasta para cubrir deportes y otras pendejadas. Y cuando los padres protestan, hay quienes los amenazan con sacarle los hijos de los centros y los menos rígidos los acusan de reclamar mucho. No quiero, Maginito, que usted piense que generalizo. ¡Dios me libre de hacerlo! Se sabe que hay colegios que tienen que aumentar sus cobros pues sus gastos aumentan. Aun así, no se deja de abusar de los padres de los menores. Lo del costo de los libros es algo que no tiene mamacita ni papacito ni tiíta. Alrededor de este negocio, según entendidos, se mueven miles de millones de pesos a nivel nacional. Libros que tienen que ser «garabateados» y, por tanto, no sirven de un año para otro. Colegios que cambian los libros a su capricho y hasta los venden, obligando a los padres a realizar gastos extras…

Claudia Cardinales, Rock Hudson, Sandra Dee y Bobby Darin protagonizaron hace unos 40 años una cinta llamada «Como September», que era para disfrutar de verdad. Pero la cinta escolar «Viene Septiembre», que protagonizan centenares de miles de padres dominicanos es un auténtico calvario que hace sufrir por todos lados. La escuela pública no puede recibir la totalidad del estudiantado, que sería lo ideal para que los colegios privados aprendan a guisar. No hay capacidad instalada, como gusta decir a los economistas y la calidad deja también mucho que desear. De eso se han aprovechado los colegios privados, aunque algunos son buena porquería. Pero lo triste de todo ésto, mi querido Magino, es la irresponsabilidad estatal, la decisión de no tocar la «libre empresa», aunque esa libre empresa esclavice a los usuarios de esa vaina. Muchos pronunciamientos de que se estudian las tarifas, de que se buscan soluciones, y a la hora de la verdad, nananina, solo palabrería hueca. Ni siquiera se conoce que Impuestos Internos indague hasta donde llegan los beneficios de ese sector abusador. A lo mejor solo paga un «impuesto único». Magino, ¿me da usted permiso para decir algo? ¿Sí? Pues coja, ¡viva Fidel Castro, carajo!…

Una pregunta tonta como hubiera dicho el inmortal Rafael Herrera: ¿por qué si es tan grande la diferencia de precios entre el galón de gasolina corriente y el de gas propano, los carros que usan esos combustibles tienen igual tarifa para el cobro de pasajes? ¿No sería lógico que si usted paga 25 pesos por galón de propano, cobre cuando menos la mitad de quien tiene que cubrir 100 pesos por cada galón de gasolina corriente? Esa pregunta cualquiera se la formula ante las bravuconadas sindicales de algunos por el anuncio de que el gobierno quitará el subsidio a la venta de propano para los vehículos de motor. No, por nada…

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