Coctelera

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Buen día, mi querido Magino. Es necesario decir, viejito viajero, que ya Verizon se va, como se fue el general Luis cuando Horacio decidió marcharse. Entra al bate America Móvil, propiedad del multimillonario mexicano Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo. Y a la hora de su partida, la transnacional norteamericana entrega un cheque por 170 millones de dólares al gobierno dominicano, suma con la cual se zanja una litis incoada por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) que reclamaba a la telefónica el 30 por ciento de sus ganancias de capital. Verizon vendió sus acciones en poco más de 2,060 millones de los verdecitos y olorosos…. 

Mire, Maginito querido, usted tiene que ser lo más coherente posible. Por eso no podré negar, jamás, que escribí, en varias ocasiones, que si Verizon no tenía que pagar impuesto alguno por la operación con Slim, como alegaba, entonces tampoco tenía que negociar, sino ponerse a esperar el fallo de los tribunales. Y esa opinión la reforzaba la DGII, que confiaba, ciegamente, en el Tribunal Tributario, uno de los tribunales que participaría en el litigio, pues no es cierto que Verizon se cruzaría de brazos si el fallo le era adverso….  Son muchas las opiniones extraoficiales que se han escuchado alrededor de este caso. El presidente Leonel Fernández habló de que durante su reciente viaje oficial a Washington, la secretaria de Estado doña Condoleezza Rice, se refirió a la negociación Verizon-Slim y al litigio con la DGII confiando en que el mandatario dominicano prestaría su concurso para la búsqueda de una solución. Ya el Departamento de Tesoro de Estados Unidos había reforzado la opinión de Verizon, de que no tenía que pagar tributo alguno al Estado dominicano….  El presidente Fernández, de buenas a primeras, comenzó a reunirse con las partes interesadas, incluyendo la presencia del influyente embajador Hans Hertell. Hay rumores extraoficiales de que Verizon, para resolver la litis, ofreció 75 millones de pesos, suma que fue rechazada por la misión dominicana, con el jefe del Estado a la cabeza. Entiendo, Maginito, que este iba a ser un proceso difícil y, sobre todo, muy largo. Cuando el secretario Vicente Bengoa lo calificó de “complejo”, no exageraba, pues el caso podía llegar hasta un arbitraje internacional. Hay que admitir que nada garantizaba al país una ganancia de causa, como tampoco la garantizaba a la telefónica. Por eso, al parecer, las partes decidieron buscar un arreglo que a lo mejor deja que desear, antes que sostener un buen pleito….  Mire, Maginito querido, al presidente Fernández le han dado cambimba por todos lados en las últimas semanas, pero hay que admitir que manejó no sin cierta habilidad este caso de Verizon, pues hay que suponerse lo que es resistir la presión, directa o indirecta, de figuras de un imperio que no perdona. Es claro, clarito, que este caso lo manejó directamente el mandatario y el mismo se sacó de la esfera impositiva cuando se acordó que la transnacional pagaría 170 millones de dólares al Estado. Verizon mantiene su posición de que no tiene que pagar tributo alguno por su venta a Slim y considera que los 170 millones de dólares que entrega, en cierta forma constituye una especie de pago por “deuda social” con la nación. No sabemos si esa es la figura jurídica encontrada por Verizon para pagar al país, sin tener dificultad alguna, en Estados Unidos, con la ley saranes-Okaley (SOX), que exige la justificación de todo gasto a sus empresas. Expertos locales también han dicho que al no tratarse de “pago impositivo”, el mandatario no se ve obligado a remitir al Congreso el acuerdo logrado…. q Finalmente, viejo verde, el gobierno del presidente George Bush, hasta el último minuto, ha estado interesado en este caso, pues a la entrega del cheque al presidente Fernández asistió, entre otros, venido desde Washington el señor Paird Searby, encargado del escrito dominicano en 41 Departamento de Estado y de quien se ha comentado, extraoficialmente, que el año próximo podría venir al país como agregado político. Le dije, Maginito, que mantenía mi posición en este caso, tal vez demasiado radical y arriesgada felizmente, no soy el jefe del Estado y por eso tengo que admitir que el mandatario ha actuado con cierta habilitad política al negociar con Verizon, pues si bien 170 millones de dólares están lejos de los 520 que reclamaba la DGII; esos 170 están ya dentro de un macuto y no volando como podrían estar por años los 520.

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