Coctelera

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Buenas, carísimo Magino. Vamos a aprovechar la temperatura relativamente fresca que impera en este Santo Domingo de mis amores, para tratar temitas un tanto suavecitos. Por ejemplo, mi queridísimo viejito, en una muy reciente columna de Alvarito Arvelo en El Nacional, columna en la cual se menciona a los más connotados bailarines de todos los tiempos, leo que ha muerto Fayard Nicholas, a los 91 años, en Los Angeles. Fayard y Harold Nicholas, como bien dice el columnista, formaron una pareja como jamás se verá otra vez.

Esos dos bailarines, negros, hicieron época en los Estados Unidos, y ni siquiera el prejuicio racial existente pudo relegarlos, aunque es bien cierto que, en las pantallas grandes, antes de que estremecieran auditorios con sus prodigiosos pies y su sentido del ritmo, se les daban papeles de lustra-bota y empleados de trenes. Fayard y Harold, los tremendos “Hermanos Nicholas” o “Nicholas Brother`s” fueron muy bien cotizados a la hora de presentar grandes películas musicales de los decenios del 30 y del 40 del pasado siglo entre los cuales se encuentran “Serenata Argentina”, “Aquella Noche en Río” y “Miami”, en la época en que brillaban Don Ameche, John Payne, John Carroll, Fortunato Bonanova, Alice Faye, Betty Grable, Carmen Miranda, Charlotte Greenwood, entre otros. Los Nicholas, sin duda alguna, han sido los verdaderos reyes “del zapateo”…Gran importancia concedo, viejito charlatán, a la visita que una misión oficial dominicana hace a la India. La misión es encabezada por el canciller Carlos Morales Troncoso y en la misma, en adición a funcionarios de gobierno, se encuentran   empresarios del país. La siempre misteriosa India no es un maní y ciego se necesita estar, en estos días, para vivir de espaldas a esa enorme nación, llamada a desempeñar un papel de capital importancia en el futuro de la humanidad. Morales Troncoso, se tiene entendido, ya firmó algunos convenios técnicos con representantes del gobierno de la India. Mire, viejito charlatán, ojalá nos traigan hasta especialistas en la capacitación técnica de obreros, materia en que la India saca venta a grandes desarrollados…. Morales Troncoso afirmó que la India puede contribuir al desarrollo de la industria de medicamentos y citó el nombre del laboratorio Magnachem de República Dominicana como posible beneficiario del acuerdo. La India, en la producción de medicamentos, es algo muy serio. Recuerde usted, Maginito, el caso de Tagamet, producto para combatir problemas de estómago. Cuando venció el derecho de patente de ese producto, la India fabricó el genérico en cantidades industriales, colocando su precio al alcance del más necesitado. Y lo mismo hace ahora con retrovirus para combatir el Sida en su territorio, por más disgusto que exprese el amo imperial. ¿Que la India puede ayudar en el desarrollo de la industria cinematográfica dominicana? Mire, viejo pirata, en ese sentido solo voy a decirle que la India es el País que más película filma cada año. ¡Adelante con la India! ¡Ni un paso atrás! Se necesita ser muy come-jaiba para dejar de lado a la India, a China y Brasil, tres “pequeños” países que ponen a arder las nalgas del abusador…He visto gente optimista, pero a donde llega mi amigo Radhamés Virgilio eso no tiene madre. El caro colega quiere que al presidente George Bush lo pongan a ver “lo que realmente debe ver” y que no lo escondan en Punta Cana o el Palacio. Tremendo timbalero que podría se Radhamés Virgilio en cualquier combo. ¿El cree, acaso, que si Bush llega a la República de La Romana, le permitirán algo más que una fiestecita en el Palacio de Santo Domingo? Si le programan alguna visitita relámpago a un “periférico” será para joder y la programación estará a cargo de los blancos de verdad…Se publica que violan menores y mucha gente se pregunta por qué le viene a la mente el nombre de Julio Papa. ¿Que un sargento era quien robaba verjas de hierro del viejo zoológico? Por eso el profesor Jesús de la Rosa, continuamente, clama porque se desempolve la “doctrina Ludovino”… Maginito, se fajan con Guajimía. Pata para el gobierno. Pero un reconocimiento, al mismo tiempo, para el amigo Julito Suero Marranzini, antiguo director de la CAASD y a quien hay que darle mucho crédito en ese proyecto, que dejó listo para empezar en formas cuando Hipólito entregó la ñoña.

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