Coctelera

Coctelera

Pepe Goico se convirtió ayer en la noticia de la mañana, desplazando, en cierta forma, el lío electoral en que están inmersos los partidos políticos llamados mayoritarios. El antiguo coronel del Ejército y jefe de la “avanzada de seguridad” del agrónomo Hipólito Mejía cuando éste desempeñó la Presidencia del país, retornó el domingo en la tarde, procedente de España, donde realizaba diversos estudios, según informó el propio interesado…  

Mire, Maginito, alrededor del caso Pepe Goico se ha producido un escándalo innecesario. Todo pudo evitarse usando la cabeza, pero al Coctelero hay que convencerlo de que el show no estuvo premeditado. Ignoro si las autoridades dominicanas estaban enteradas de que Pepe Goico arribaría el domingo en la tarde. No sé si la línea que lo trajo —o las autoridades españolas— lo notificaron a sus colegas criollos. Hay quienes afirman que las autoridades del país se enteran de quienes vienen a bordo de una aeronave, cuando le entregan la lista de pasajeros, a la llegada de la citada aeronave. Bueno, eso es harina de otro costal y se puede o no se puede creer en esa cosita…   Ahora bien, viejito vagabundón, Pepe Goico no era ningún pasajero común y corriente. Todos sabemos cuanto se ha hecho y dicho alrededor del controversial oficial. El no entró clandestinamente al país. No vino disfrazado ni con nombre falso. Se chequeó en Migración, pasó por Aduanas y de ahí a su casa. Usted, mi querido Magino, no será tan pendejo para decirme que en Migración desconocían quien es Pepe Goico. En un aeropuerto que está minado de oficiales militares de todos los cuerpos armados, por representantes de los departamentos de investigaciones, de la Policía Nacional y cuchumil firmas más, bien pudo detenerse a Pepe Goico con cualquier cuento chino si lo que se quería era que fuera la autoridad civil la que produjera la detención, para así dar cumplimiento a la ley. Pero no, se le dejó salir de la terminal porque todos los indicios son precisamente, de que se quería el escándalo. No hubo problemas en localizar a Pepe Goico aún cuando no se encontraba ya en su casa. Es decir, la autoridad tiene que haberle seguido los pasos en forma cuidadosa desde que esa autoridad recibió el aviso procedente del aeropuerto internacional, anunciando la llegada del antiguo oficial…   Todos sabemos, mi querido Magino, que Pepe Goico no dirige orquesta de cuerdas alguna ni un grupo que reza el rosario. Por eso, ignoramos cuanto pudo haber pasado dentro de la casa en que se encontraba cuando fueron a detenerlo, por cierto en un allanamiento nocturno, innecesario, pues bien pudo esperarse que fueran las seis de la mañana del lunes para hacerlo. Eso sí, viejito charlatán, se hace un tanto cuesta arriba creer que Pepe Goico se escondiera en un closet, pues eso chocaría con su llegada, solo, sin custodia alguna y sin que fuera sacado —hasta donde se ha podido establecer— por las autoridades españolas. De todos modos, viejito verde si Pepe Goico cupo en un closet en la casa donde se encontraba, felicitaciones para los agraciados con un closet de grandes ligas de verdad…    Ni Pepe Goico ni persona alguna en particular están por encima de la ley. El antiguo oficial ya ha sido objeto de coerción después que la Fiscalía que le detuvo buscó la forma de regularizar la situación. Pero es evidente, y ojalá equivocarnos, que se produjo un escándalo innecesario, premeditado, pues Pepe Goico pudo ser detenido en el aeropuerto a su llegada de España. Y si entró sin que autoridad alguna le reconociera, habría que admitir que la incapacidad del oficialismo no sólo reside en los ñames que manejan juntas electorales.

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