Coctelera

Coctelera

Tenga muy buenas,  mi querido Magino. Aquí de nuevo, gracias a Dios, después de fajarme con los Carmelitas. Mi gratitud para todos cuantos se interesaron en el estado de salud del Coctelero así como también para quienes me recordaron la tarde en que fueron puestas a circular las narraciones del viejo Cucho. Para todos, gracias del alma…

Me cuentan,  viejo Magino, que durante mi ausencia pasaron cosas, cositas, cosotas y cosuanitas. Me dijeron que nuestro presidente se dio una vueltecita por La Florida, cabildeando inversiones que mucha falta nos hacen. Me dijeron que los “productos del campo” registraron nuevas alzas debido a las lluvias y que adquirir una libra de yautía era desguabinar el presupuesto familiar. Pero eso no importa dado el blindaje de la economía criollita…

Caro Magino,  es triste, deplorable, el espectáculo ofrecido para agentes policiales y médicos afiliados al gremio que reclama un sueldo de 58,000 pesos al mes para sus miembros y otras boberías. Un pequeño grupo, encabezado por el presidente del gremio, Waldo Ariel Suero, se declaró en “huelga de hambre”, pero lo hizo ocupando la segunda planta del edificio de la Secretaría de Salud. ¡Primera metida de pata! ¿Por qué Waldo no dirigió su tropa y su huelga en el cómodo y espacioso local del sindicato médico? Un grupo de médicos en huelga en el local de la Secretaría, era una invitación para que distintos grupos, en distintos días y a diferentes horas, estuvieran jodiendo la pista y preparando grupos hasta para obstaculizar el tránsito. Las autoridades no podían tolerar esa vaina…

Pero el remedio  que se buscó resultó peor que la enfermedad. En horas de la madrugada del viernes, agentes policiales irrumpieron sorpresivamente en el local ocupado por  los huelguistas, en forma “correcta” según la jefatura policial. Waldo Ariel  se quejó de que le descuajeringaron un brazo, pero no dejó que el oficialismo le auxiliara. Y se comen tantas bolas por las alturas que no se declaró en detención momentánea a Waldo y a sus compañeros huelguistas que se quejaron de haber sufrido golpes para que los examinaran médicos legistas. Los médicos en huelga, después se fueron a una marcha de protesta que llegaría hasta el edificio del Congreso Nacional. La fuerza pública lo evitó. 

Y poco favor hace al oficialismo una foto a color que publica el Listín Diario en su edición de ayer, que muestra a Waldo, con los brazos abiertos, huyendo como alma que lleva el diablo después que la Policía lanzó bombas de gases para dispersar la marcha. Magino, el gobierno tiene que buscar una solución a este liito con los médicos, que se puede convertir en una bola de nieve.

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