Hoy 
Caro Magino, al ritmo que llevan los acontecimientos, la capital dominicana corre el riesgo de que, nueva vez, le cambien el nombre. En esta oportunidad le llamarían Ciudad Subsidio. El turno ha correspondido, ahora, a la Asociación de Industriales de Herrera y a la Confederación de la Mediana y Pequeña Empresa, las cuales, por separado, reclaman un subsidio como el que el gobierno acaba de asignar a los transportistas de pasajeros y de carga. Ambos grupos quieren la congelación de los precios del gasoil y del GLP.
Los industriales de Herrera van más lejos y piden la congelación de los impuestos a los sectores productivos. Las peticiones no han concluido. En los próximos días aparecerán quienes pedirán lo mío, en adición a los panaderos y a los avicultores .
Hace algún tiempecito leí que llegó a su fin el programa de apoyo al fortalecimiento de la democracia dominicana patrocinado por el USAID, de los Estados Unidos, a través de Participación. El programa duró diez años y el último aporte, por US$350,000, se destinó, básicamente, a la observación electoral. Mire, Magino, es una pena que eso ocurra, aún cuando Participación Ciudadana (PC) perciba el concurso de otras organizaciones internacionales o nacionales. No se tiene que estar de acuerdo con todas y cada una de las actuaciones de PC para reconocer lo positivo que ha sido su trabajo a favor de la sociedad, sobre todo en el aspecto electoral. PC, que ha soportado jíbriga por muchos lados, no ha bajado la guardia y ha defendido su verdad. La sociedad no puede permitir que esta agrupación naufrague
El director del Archivo General de la Nación (AGN), doctor Roberto Cassá, afirmó que La Fiesta del Chivo, del novelista Mario Vargas Llosa constituye un despropósito colosal de deformación de la historia. Con esas ocho palabras, el doctor Cassá define, magistralmente, la obra del autor peruano que no ayudará a éste a conquistar el Nobel de Literatura. El doctor Cassá manifestó que la Academia Dominicana de la Historia ha concebido una obra de vastos alcances, de una revisión historiográfica de cursos del pueblo dominicano.
Dijo que el presidente Fernández apoya ese trabajo y ha previsto los fondos necesarios para que los historiadores profesionales del país revisen la historia, la actualicen y la pongan al alcance de las nuevas generaciones. Ojalá que el doctor Cassá intervenga en esas labores pues más que conocidas son sus condiciones de historiador, junto a las de organizador de gran capacidad de trabajo y poseedor de un gran sentido de la disciplina. La forma en que el doctor Cassá mantiene el AGN, la memoria del país, es una prueba inequívoca de que al gobierno del presidente Fernández le hacen falta hombres de ese calibre en otras áreas del Estado.
