Coctelera

<P><STRONG>Coctelera</STRONG></P>

Buenas,  mi querido Magino. Entonces tenemos que “La Cuarta Vía”, que no guarda relación alguna con la Vía Venetto, de Roma, y mucho menos con la Vía Láctea, pidió o pedirá a la Junta Central Electoral (JCE) que se abstenga de entregar más de 300 millones de los podridos que tocan al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por concepto de la ley de financiamiento de los partidos.

La idea no es mala si se generaliza: ni un chelito de los colorados, que tienen que estar guardados en bóvedas, para las organizaciones políticas. Que los políticos, sin excepciones, se rasquen los bolsillos.

Y no me vengan con el cuentazo de que la democracia hay que pagarla, que si esto que tenemos aquí es democracia, a George Bush, en el caso Irak, habrá que descargarlo por no haber cometido el hecho que se le imputa. Con esos más de mil millones que hay para repartir entre los partidos, cuando menos se pueden construir unas cuantas escuelitas.

Y si usted lo ignora, por ahí se dice que hay gente que espera el repartidito, para resucitar el juego de “a la garata con puño”…

Maginito,  mientras los políticos joden el parto por todos lados, me dicen que residentes en los ensanches Julieta, Evaristo Morales, Urbanización Fernández y zonas aledañas, unen sus esfuerzos para elaborar un proyecto comunitario que han denominado “Plaza de la Esperanza”.

Aspiran edificar una parroquia, una escuela para niños y jóvenes discapacitados y una plaza para vender obras de artesanía. El ambicioso programa contempla la eliminación de una contaminante laguna para dar paso a áreas verdes, baños y veinte mil firmas más, con una inversión de 114 millones de pesos. Tenemos entendido que los directores del movimiento buscan ayuda para convertir el proyecto en realidad.

Ahí tiene usted, Magino, una prueba inequívoca de que hay muchos dominicanos que quieren construir, no destruir. Fíjese en una cosuanita, el proyecto costaría 114 millones de los hedionditos. Esa suma, para un gobierno, es como costear un sandwich de pollo. ¡Entendido?…

Entonces  tenemos que José Canseco afirma que presentó un vendedor de esteroides a Alex Rodríguez pero que no inyectó al astro beisbolero. Canseco, que armó un lío de Belén y los pastores con las denuncias de clientes de los esteroides, afirma en un nuevo libro que Alex le enamoraba su mujer.

El estelar antesalista de los Yankees de Nueva York no quiso hacer comentarios. Cuantos buenos ejemplos nos dan los hermanos norteamericanos. 

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