Muy buenas, don Magino. Veo, con gran pena, que el tiempo nada significa para los políticos dominicanos. Ahora es la presidencia del PRD la que anuncia que si se producen las “telenovelitas” del PLD, entonces ellos, los perredeístas, dirán cómo encontraron el gobierno al llegar al mismo en el 2000. Uno que dice como lo encontró ahora. Otro, como lo encontró cuatro años Atrás. Y el infeliz contribuyente pagando todo ese desastre: con poca agua, sin luz, con basura por pipá y con una irresponsabilidad en grado superlativo. Vale decir, de pasada, y para quienes llevan anotaciones, que el PRD llevaría la peor parte, pues si encontró caos en el 2000, tenía que hacerlo desaparecer para el 2004, pues para eso lo eligieron y para eso le pagaron. Y se acabó….

Maginito, lo que todo el mundo sabía: explotó la bomba en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Ahora vendrán las aclaraciones de quienes siempre guardaron silencio: que no es verdad ésto, que tampoco es verdad aquello. Pero lo cierto del caso, viejo vagabundón y cuentista, es que la UNPHU tiene bastante tiempo pasando las de Caín, con una crisis económica que le coloca en posición de virtual quiebra, por más desmentidos que puedan hacer sus “sostenedores”…

Ahora mismo, viejito charlatán, la punta del iceberg es la jubilación, pensión, destitución o lo que sea de la rectora, ingeniera Margarita Taulé por la Fundación Universitaria, que tiene el comando de la UNPHU, centro académico que se formó cuando el lío aquel post guerra civil de 1965, cuando vino un “movimiento renovador” en la estatal Universidad Autónoma de Santo Domingo. La UNPHU fue el resultado de sectores interesados en mantener viva la educación superior, fuera de la UASD, sectores encabezados por profesores y distintas organizaciones que se vinculaban a la derecha política de la nación. El gobierno del presidente Joaquín Balaguer dio su total respaldo a la naciente UNPHU y es innegable que esta universidad fue ganando respeto por su calidad en la enseñanza, disciplina imperante en el medio, que contrastaba con el permanente y desordenado movimiento revolucionario uasdiano..

Pero con el paso de los años, la UNPHU se fue debilitando. Hoy, me dicen, cuenta con poco más de siete mil estudiantes, después de llegar a inscribir más de 14,000. Se afirma que a los pensionados de la UNPHU se les adeudan tres o cuatro meses y que el Fondo de Pensiones fue tomado para cubrir gastos generales de un centro que, hace unos seis meses, tenía un déficit de 200 millones de pesos. Se trata de vender los terrenos que el Estado donó a la UNPHU en 1966, pero aún hay confusión alrededor de ésto. Balaguer; se asegura, al hacer el donativo a nombre del Estado, se valió de una ley que impide la reventa de esas tierras. Pero se expresa que el presidente Hipólito Mejía, por una simple disposición administrativa, permitió a la UNPHU negociar la venta de los terrenos, aunque cubrió la cosuanita con el disfraz de Bienes Nacionales. Inclusive, no es un secreto que la UNPHU quiso vender las tierras al propio Estado, por 500 millones de pesos, para que se hiciera allí la Villa Panamericana. Otra operación, gestada con el constructor Tato Bisonó, culminó en fracaso. Ayer se especulaba que alrededor del cuarenta por ciento de las tierras se habían vendido o iban a ser vendidas en lo inmediato…

Ahora tenemos, Maginito, que los decanos se oponen al retiro de la rectora Toulé y no reconocen calidad a la Fundación para hacer eso, sino a un Claustro Universitario. Pero en círculos alrededor de la Fundación se habla de que los decanos perciben 38,000 pesos mensuales y que los ganan ahora en medio de un caos que interrumpe hasta la docencia. Hay ocho o nueve decanos que se da por un hecho que “volarán” en caso de que el retiro de la señora Taulé sea efectivo en los próximos días. Anoche se especulaba que, muy recientemente, la rectoría fue ofrecida por la Fundación al exitoso promotor de construcción arquitecto José Ramón Martínez Burgos. Se ignora si este aceptó la propuesta o la rechazó. La Fundación, se comenta, busca un buen gerente financiero para que se haga cargo de la rectoría de la UNPHU, pues se entiende que los mayores problemas de allí son económicos. ¿En que parará todo este lío, caro Magino? Lo ideal sería que se aunaran esfuerzos y se evitara que una institución de educación de educación superior, que una vez contó con prestigio y confianza, se vaya a pique como ocurrió en el pasado con ciertos ventorrillos universitarios que se autorizaron para beneficio de sus organizadores y descredito de la nación.