Coctelera…

Coctelera…

Tenga buenas, don Magino. Y disfrute el calor, que eso, todavía, lo dan gratis. ¡Los auditores «externos» certifican que el presidente venezolano Hugo Chávez Frías le rompió a la parpatana a la oposición sin necesidad alguna de recurrir al fraude! Todo, pues, fue tranquilidad, limpieza y transparencia –como se dice ahora– en el referendo dominical. Fuera de la patria del Libertador, en un gran edificio a orillas del Potomac, ¿podrá el presidente George Bush junior decir lo mismo, lo de la limpieza, de los comicios floridianos que le llevaron a la Casa Blanca? No, por nada…

Maginito, le apuesto a que habrá «movimientos» para no darle máquina atrás a la concesión del desacreditado «impuesto único» para la importación de automóviles, «impuesto único» otorgado por la administración pasada al caer la paloma. El director de Aduanas, Miguel Cocco, ha dicho que titirimundachi favorecido tendrá que pagar sus impuestos como manda la ley. La verdad de la verdad, viejito aprovechador, es que hay gente que no tiene madre en eso de querer beneficiarse de concesiones estatales. Por ejemplo, me dicen que por ahí patalea un antiguo jefote de una organización empresarial, beneficiado con un «impuesto único». ¡Carajo, un hombre ricote todo el tiempo y buscando más ventajas! También me dicen, viejito bandido, que la víspera de la reciente juramentación presidencial, en un conocido restaurante de la capital, hubo quien tuvo los granos de gastar casi cuarenta mil pesos en un agasajito, que ha sido cargado a una organización del Estado, precisamente especializada en granos. Sin duda alguna, viejo fascineroso, que Leonel tendrá que romperle la siquitralla a unos cuantos, sin andarse con muchos rodeos, o le anota muchísimas carreras sucias por mejor juego que pueda lanzar. Visto todo eso, mi querido Magino, ¿me da usted permiso para pedir a Dios que siempre bendiga al presidente comunista de Cuba, doctor Fidel Castro Ruz, o que cuide la salud del coronel presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías?…

Alfredo Pacheco, el presidente de la Cámara de Diputados, de loco no tiene un solo pelo, de los pocos disponibles en su techo. Es un hombre sumamente hábil, que le ganó un pleito difícil al expresidente Hipólito Mejía cuando éste quiso que la reformista doña Lila se quedara al frente de la Cámara Baja. Por tanto, Maginito, si Pacheco dijo bingo es porque le llenaron el cartón sus propios compañeros de partido. ¡Y se acabó!…

¿Por qué será, querido Magino, que el tema de la carrera militar de los candidatos presidenciales estadounidenses cobra tanta importancia en las campañas electorales? La disputa de acontecimientos en las carreras de George Bush y John Kerry no es único. ¿Será, acaso, que el electorado norteamericano es muy guerrero y por eso hay que mostrarle a sus candidatos en poses de luchadores?…

Maginito, insisto en que deben tomarse medidas para iniciar un programa de ahorro de combustibles, pues el panorama petrolero mundial no es un jueguito de niños. Ahora bien, la cosa no es, cuando menos todavía, para histerismos. Si bien es cierto que el precio del petróleo ronda los cincuenta dólares el barril, aun existe una buena diferencia de valor entre ese precio y el de la canasta que adquirimos por aquí, que no vamos al mercado mundial ni cosa que se le parezca…

Por otro lado, viejo charlatán, no se ponga a realizar apuestas con las recientes bajas en la prima del dólar. Recuerde que la demanda no es la mismita, pues prácticamente no se compra combustible para generadoras ni éstas y las distribuidoras acuden al mercado libre para amparar sus negocios. El gobierno, por su parte, tampoco acude a ese mercado para adquirir dólares destinados al pago de la deuda externa. O dígame, fuera de la confianza, ¿qué medidas se han tomado para reducir la prima? Se ha aplicado una ley para eso, pero es la ley de la gravedad…

Dice Aliro Paulino hijo, en su «archivo» semanal que publica en El Nacional, que el doctor Angel S. Chan Aquino fue el primer médico dominicano en realizar una operación de corazón abierto. El amigo Chan Aquino es un cardiólogo de sólida reputación y juega con el bisturí. Es uno de los pioneros de las intervenciones quirúrgicas cardiovasculares. Ahora bien, ¿no sería acaso el doctor Frank Hernández el autor de la primera cirujía de corazón abierto en el país, practicada en el Juan Pablo Pina, de San Cristóbal? Otro detalle interesantísimo y que los muchachos de hoy ignoran: Chan Aquino se inició como gineco-obstetra y si la memoria no me falla, se estableció, como tal, en los alrededores de la edificación del Cuerpo de Bomberos de la Mella, de esa ciudad. Por cierto, no olvidemos que Chan Aquino es poseedor de una linda voz y que sus canciones han deleitado a mucha gente en distintas épocas.

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