Coctelera

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Sean mis primeras palabras para desearle, mi querido Magino, muy felices pascuas y un próspero año nuevo. Creo que eso es gratis y que hasta ahora, no está gravado con ITEBIS, selectivo al consumo ni comisión cambiaria. Me da la impresión, asimismo, de que el TLC no afectará ese asunto y que lo mismo da decir Merry Chrismas que felices pascuas. Desde luego, todo eso va en serio y eso me desorienta, pues no se qué es mejor con usted, si tratar los asuntos a puro relajo o como si fuera cuestiones de Estado.

De todos modos, cuando quiero hacer las cosas en serio, viene usted y me provoca con sus grandes ideas estrafalarias… Por ejemplo, con la cosuanita esa de la isla artificial. Ahora me dicen que el gobierno dizque se lava las manos en el asunto de la isla esa. Puede que eso esté bien, aún cuando tengo un amigo que favorece que el lavado de manos sea con lejía, por si acaso, y que limpiar los pies no estaría demás… Me cuentan por ahí que los dominicanos que renunciaron de la directiva propulsora de la isla, procedieron correctamente después que Nuria Piera destapó no una caja de Pandora sino una caja de lo que usted piensa o sabe. Eulogio Santaella, Maginito, el renunciante presidente o principal propulsor, tiene ganada reputación de hombre honrado y parece que hizo muy bien en coger la bicicleta. Es que entre los propulsores de la isla —posiblemente el principal— hay un caballito que corre a los 900 metros pero también a 2,000 y parece que los fiscales quieren juntarse con él y no para hablar de reformas… Veo, viejito sinvergüenza, que una concepción artística muestra una conexión —puentes— entre la isla artificial y el puerto turístico que se prepara en el viejo puerto de Santo Domingo y zonas aledañas hacia la ciudad. Eso, hasta donde se ha podido establecer, no se ha explicado, pero nada tendría de raro, pues la isla artificial es algo de no te menee para que te cueste trabajo cobrar. Si la isla fracasa, si no se construye, el país perderá la ocasión de mostrar al mundo como tapa sus aguas a los residentes en la capital, a una parte de ellos. Se perderá la oportunidad de traer miles y miles de turistas y así descartaremos que cuando venga algún crucero de Gran Bretaña, a bordo se encuentren Elton John y el cundangazo de su flamante marido. Y en el aniversario de la inauguración de la vaina, no se podrá oír “Cucurrucucú, Paloma”. No dude usted, sin embargo, que prosigan los esfuerzos para hacer una realidad de la isla artificial, pues para alguna gente, ese proyecto recuerda una tremenda película, “Sublime Obsesión”… El Patronato Cibao de Rehabilitación es una Organización no Gubernamental (ONG). Lleva nada menos que 36 años prestando una inestimable labor a la sociedad, pero ahora está a punto de naufragar por falta de recursos para atender sus compromisos. ¿Se da usted cuenta, Maginito, por cuáles motivos le he dicho que con usted es mejor relajar que hablar en serio? ¿Cómo se entiende que una ONG positiva, que atiende a impedidos de una región, que rehabilita seres humanos para que lleven una vida digna y para que produzcan a favor de la sociedad en que viven, cómo se entiende que una entidad así pueda cerrar sus puertas por falta de recursos? Mientras tanto, viejo bandido y estafador, funcionan unas ONGs que deberían tener su sede en Azua, Najayo, Monte Plata o Puerto Plata, atendidos todos por especialistas en materia penitenciaria. Mucho se hablará en el Congreso de materia impositiva, de ONGs y otras pendejadas, pero le apuesto que a nadie se le ocurrirá ir en auxilio del Patronato cibaeño. Y mucho menos en un año electoral. Esas cosas, al parecer, no dan votos a los carajetes que los buscan por todos lados y lo peor de todo es que los consiguen, pues aquí hasta ser preso o expreso es una credencial para ir a joder en el Centro de los Héroes, donde se otorgan exoneraciones para hacer riquitos en cuatro añitos… Bien, mi querido viejo, disfrute su Nochebuena junto a sus seres queridos. Pórtese como un ciudadano honrado, no importa que sea la primera vez. Mantenga la disciplina en su hogar y en la calle y si no lo hace, pues después no se queje y quiera cobrar al Estado lo que debe pagar usted por bandido. ¡Felicidades! Y Dios mediante, nos vemos el lunes.

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