El PRD quiere batear para 400: que el presidente Leonel Fernández le otorgue ocho de los veinte diputados que se designan en el Parlacen, una fábrica internacional de botellas centroamericanas, pagaderas en dólares y con más viajecitos que el carajo. Farmacia Mella
Julio César Valentín, presidente de la Cámara de Diputados, saca a relucir un tema muy interesante: los secretarios de Estado que cobran dietas por asistir a reuniones propias de sus responsabilidades. Según Valentín, hay miembros del gabinete que cobran en dos, tres, cuatro y hasta cinco consejos. ¿Qué usted cree de eso, don Magino? ¿Cómo justificar, por ejemplo, que el secretario de Estado de Vagancia cobre dietas por asistir a las reuniones del Consejo Nacional de Vagos, que cae bajo su jurisdicción? Con ese asunto de las dietas se ha relajado a más no poder. Desde hace años, el monto de las dietas crece como crecían las pastas aquellas. Empresas estatales, virtualmente quebradas, pagaban jugosas dietas a los miembros de sus consejos de administración y éstos, cachazudos, convocaban más de una junta semanal para mejorar sus ingresos. No estaría de más que el presidente de la República, ahora que se busca racionalizar los gastos por todos lados, pidiera y diera un vistazo a una lista contentiva de las dietas que se pagan por la asistencia a reuniones de consejos de instituciones descentralizadas
Un total de 337 haitianas indocumentadas dieron a luz en los hospitales públicos de San Juan de la Maguana, Azua y Elías Piña entre el 1º de enero y el 1º de junio de 2008. En dicho período, en esos centros se ofrecieron 28,111 atenciones médicas a haitianos indocumentados, que consumieron el 40% del presupuesto de los citados hospitales. Esas son las cosas que no ven los carajos esos que, amparados en designaciones de las Naciones Unidas, viven acusando de xenofobia y otras pendejadas a la República Dominicana
Como que es un tanto chocante el proyecto de ley que otorga una amnistía a los empresarios en deuda con la seguridad social debido a las dificultades económicas que confrontan. Se da el caso, sin embargo, que esos empresarios descuentan a sus trabajadores un porcentaje de sus salarios por distintos conceptos, dinero que no es entregado a la tesorería de la Seguridad Social. Y no me hablen pendejadas de crisis mundial y cosas parecidas, que aquí hay empresarios que por principio cobran y han cobrado desde siempre a sus trabajadores y el dinero lo utilizan como una especie de capital de trabajo por el cual no tienen que pagar intereses. ¿O usted cree que es por capricho que el IDSS se negaba a asistir a trabajadores con sus cotizaciones al día por el hecho de que empresarios evolucionaban con dinero ajeno?