Hoy 
El presidente de la Cámara de Diputados, Julio César Valentín, gustaría de un diputado por cada 50,000 habitantes. ¿Se habrán fastidiado Jimaní y Pedernales?. Farmacia Mella
El ex presidente Hipólito Mejía disfrutó ayer de una brillante comparecencia en el programa radial El Gobierno de la Mañana. No es necesario estar de acuerdo con todos y cada uno de sus pronunciamientos para reconocer que Mejía habló como un jefe de Estado al enfocar muchos problemas que confronta la sociedad dominicana. Dejó de lado las charlatanerías y sus enfoques estuvieron revestidos de seriedad en todo momento. Y fue muy juicioso cuando manifestó que no le echará leña al fuego a la situación que vive el país, sino todo lo contrario, que hará sus aportes para coadyuvar a la solución de males. Sin duda alguna, Mejía se anotó una pata con su comparecencia de ayer
¿Quiere usted saber, por qué debemos sentir vergüenza por la falta de educación que nos abruma? Educación no es solo saber leer y escribir. Le voy a pedir, por favor, que busque la página 15 de la penúltima edición dominical de El Nacional. Se encontrará allí con un reportaje, muy bien graficado por cierto, firmado por Ricardo Rodríguez Rosa. El gobierno entregó, recientemente, 512 apartamentos a damnificados de la inundaciones provocadas por las aguas del Yaque del Norte en diciembre pasado
Son viviendas modestas, bien distribuidas, limpias y excelentemente bien pintadas. Se presumía que las personas beneficiadas con las casas encontrarían un sitio decente para residir y aunque lamentando otra vez la tragedia de diciembre, en viviendas bien construidas y muy superiores a las destruidas por las aguas del Yaque. Pero no ha sido así. El reportaje de El Nacional describe cómo se arrabaliza la zona. En un apartamento se retiraron las persianas para dar mayor amplitud a un colmado propiedad de un señor que reside en Nueva York, según comentarios de los vecinos. Es decir, se trata de un damnificado a larga distancia
Paredes muy bien pintadas ya están adornadas con rústicos letreros de los negocios que operarán allí, uno de ellos muy sano e instructivo, una banca de apuestas. Negocios que son necesarios a la nueva barriada, especialmente de provisiones, pueden instalarse manteniendo la higiene por encima de todas las cosas. Pero parece que somos sucios por naturaleza, imponiendo eso de que con lo mío hago lo que me venga en ganas. No todo, sin embargo, está perdido. Juana Aquino está tan agradecida por el cambio de vida que ha operado, que proyecta usar el frente de su vivienda para impartir catecismo a los niños del sector. Amén.
