Coctelera

Coctelera

El Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, doctor César Pina Toribio, considera que es un asunto finiquitado el de la «Cucurrucucú Island» con la «observación» del contrato hecha por el Poder Ejecutivo, «observación enviada al Congreso Nacional, que aprobó sorpresivamente el instrumento en una «histórica» sesión celebrada a la medianoche del día en que se cerraba la legislatura. Parece que la cosuanita no es como dice el querido primo Consultor y ya desde el Congreso se han levantado voces sobre el particular…..Lo cierto del caso es, caro Magino, que no se necesita ser abogado para saber que las Cámaras Legislativas no están facultadas para modificar un contrato enviado para su aprobación, como señala la Carta Magna. Y cuando el dichoso contrato de la jodida isla esa fue sacado del sombrero del «mago» para conocimiento de los señores legisladores, de los que ya se fueron y de unos cuantos que se han quedado, tanto quienes empujaban el asunto desde el área de la administración dependiente del Ejecutivo como de la misma legislativa, tenían pleno conocimiento de cuanto ocurriría….Lo que enternece a cualquiera, viejo Magino, es el «apego» a la legalidad de alguna gente, que asume una posición tan pero tan legalista, al afirmar que al Poder Ejecutivo no le queda más remedio que ejecutar el contrato para así evitarse problemas de orden civil. ¡Magino, es una lástima que el Metro no funcione aún, para meter esa gente en un vagón y enviarla a casa del carajo! Mire, viejito charlatán, es muy posible, pero muy posible, que la responsabilidad mayor recaiga sobre el área dependiente del Ejecutivo, pues los legisladores se han limitado a dar su aprobación al instrumento, y ahí ha residido una gran vagabundería sin duda alguna. Pero desde que el Poder Ejecutivo no mostró interés en el asunto, éste ya depositado en el Congreso, el mismo debió ser retirado de allí y no dejarlo para que «avivatos», en la recta final del pasado Congreso, revivieran el tema, lo pusieran en agenda y lograran su aprobación….¿Qué si el contrato es anulado el Gobierno corre riesgos de ser demandado y que toda la cuestión perjudica la inversión extranjera? Mire, Magino, ¿de qué inversión extranjera del carajo me está usted hablando? ¡De esa que viene con dinero sucio para «salvarnos»? Esa es mejor que se quede en el Norte bravío y salve al señor Bush de los líos en que se mete. ¿Qué daños se han ocasionado a los señores que patrocinan la fuñida isla artificial? ¡Qué han invertido esos señores? A no ser que se considere inversión cualquier dinero entregado a cabilderos para «engrasar» la maquinaria de corrupción que siempre ha operado en esta media isla de tantos sinvergüenzas con «buenas conexiones»….El escándalo desatado por la aprobación de los legisladores a la «Cucurrucucú Island» provocó que los principales voceros del Poder Ejecutivo advirtieran que el doctor Leonel Fernández jamás autorizaría la construcción de la vaina esa frente al malecón. La «observación» es una prueba inequívoca de la voluntad presidencial. Pero aún en el caso de que la misma, constitucionalmente, no procediera, la malhadada isla no puede ser tolerada ¿Qué el asunto ha sido cerrado?, como señala el Consultor Jurídico. Nunca debe pasar eso. Por el contrario, lo deseable es que el país se entere de cuanto ha ocurrido, para que hechos como ese jamás se repitan….¿Quién o quiénes son los autores de haber logrado que los legisladores pusieran en agenda una cuestión sepultada en los archivos del Congreso y que, muy lamentablemente, nunca fueron retirados de allí para su destrucción? ¿Quién o quiénes sorprendieron en su buena fe al Consultor Jurídico para que se dirigiera al Congreso? ¿Cuáles intereses se han movido alrededor de toda esta vaina? El Gobierno sí tiene los mecanismos para investigar lo sucedido y para sancionar a los responsables de hechos que sí deben ser mencionados.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas