Coctelera

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El doctor  José Rafael Vargas, presidente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL) dejó caer una verdad como un templo: si todas las compras del Estado se hicieran por concursos públicos, esa sería la mejor forma de avalar la pulcritud en la administración, independientemente de que el Estado se ahorraría millones de pesos en sus operaciones. Me atrevo a apostar, peso a cabo de túbano, a que muchos funcionarios gubernamentales deben haber hecho bembitas al leer las declaraciones de Vargas, pues para esos funcionarios el “grado a grado” constituye una especie de “religión”. Tengo entendido, mi querido Magino, que es prácticamente incalculable el monto que pudo ahorrarse el Estado en los últimos cuarenta años, de haber construido sus más grandes obras por concurso en vez del codiciado grado a grado, que tiene tantos defensores. Los que se resisten a que el Estado imponga el sistema de concurso, llegan al extremo de denostarlo y tienen la cachaza de afirmar que la operación se presta a maniobras turbias. El presidente de la República siempre tendrá la facultad de disponer obras de manera directa, hasta un límite prudente en sus costos, así como también cuando se presenten situaciones de emergencia producto de catástrofes provocadas por la naturaleza. Vamos a tratar de que se trabaje, mi querido Magino, con el sistema de concursos y dejemos las mañoserías para justificar el grado a grado…

Voy a recomendarle,  viejo vagabundón, que lea con atención un artículo escrito por el licenciado José  Lois Malkun en la última edición dominical de HOY. El licenciado Malkun, un antiguo secretario de Finanzas y gobernador del Banco Central, intitula su trabajo “Un lío que nadie entiende”, y en el cual vierte autorizadas opiniones en relación a la permanente crisis energética que afecta al país. Malkun, pese a haber sido un miembro prominente de la administración perredeísta que estatizó EdeNorte y Edesur, es partidario ferviente de la privatización del sistema. Explicó que aun cuando conoce a fondo las barbaridades cometidas por Unión Fenosa en EdeNorte y EdeSur “nada es más pernicioso y corruptivo que una empresa de servicios manejada por el Estado, por lo que hay que retomar la privatización y aprender de los errores pasados para que no se repitan. Interesante sería, mi caro Magino, que Malkun se entusiasmara y relatara unas cuantas de las barbaridades incurridas por la Unión Fenosa, antes de que la administración Mejía le ofreciera y entregara puro filete por sus acciones de EdeSur y EdeNorte, esta última virtualmente quebrada cuando le tiraron los cajones y la toalla.

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