Coctelera

Coctelera

Buen domingo para usted y los suyos, carísimo Magino. Disfrútelo y no se preocupe por los problemas, que ese cuadro no es de su autoría. Tengo para decirle, viejito vagabundón, que he visto cómo el general retirado Pedro de Jesús Candelier, hoy enganchado a político, le entró a dos manos a los partidos y los tildó como “estructura de corrupción”.

No es que el general Candelier hablara mentiras o cosas parecidas, pero cualquiera se pregunta, ¿y cómo es que aspira a llegar al poder el general Candelier, si no es a través de partidos políticos viejos o nuevos, y de elecciones generales con votos depositados en urnas, ahora dizque electrónicas?… Mire, Maginito, esta es la del carajo. El general Candelier ha dicho muchas verdades en relación a los partidos políticos llamados “tradicionales”. Es cierto que éstos defraudan al electorado, que fomentan la corrupción y muchísimas pendejaditas más. Pero, bandidazo de película mexicana, me quedo con los partidos políticos para buscar el poder. Ahora bien, lo que necesitan esos partidos es sacudirse, estremecerse si se quiere usar ese vocablo. Necesitan limpiar sus filas, barrer la basura interna. Lástima que gran parte de la juventud dominicana esté tan “ocupada” con otras vainas y no tenga tiempo para buscar el mandato limpiando los partidos políticos tradicionales de sinvergüenzas y de la cáfila de salteadores que presentan todos, sin excepción…  Siempre se cita el caso venezolano como prueba inequívoca de a donde conducen los partidos llenos de bandidos: a un gobierno tipo Chávez, con un Hugo Chávez Frías a la cabeza, un Hugo Chávez Frías que se convirtió en golpista cuando trató de descabezar la máquina corruptura que dirigían los adecos de Carlos Andrés. Ese Chávez fue procesado, condenado e indultado y luego exaltado al poder por la mayoría electoral, y hasta el día de hoy ha ganado cuantas elecciones en las que se ha involucrado. Desde luego, y en eso tiene el general Candelier sus razones, Venezuela y Chávez tienen sus peculiaridades y, sobre todo, mucho petróleo. Por aquí tenemos no petróleo sino miseria, pobreza y vagabunderías para mezclarlos con clases explotadoras y más vagabunderías. Es decir, se cuenta con un coctail bastante explosivo y el “Chávez” surgiría, en caso de una crisis, en aquel que más timbales tenga. Eso no sería lo ideal. Lo ideal sería que, civilizadamente, los partidos políticos limpios de escoria, buscaran la forma de satisfacer las necesidades del electorado… Es lo mismo que pasa con el Congreso Nacional. No son dos ni tres quienes creen que ese Congreso sobra por la forma en que se maneja. Es bien cierto, viejito vagabundón, que son muchas las fallas congresionales. Pero no se olvide que los congresistas salen de los partidos, de la sociedad, con sus pocas virtudes y los muchos defectos que tenemos. Por eso, usted ve a congresistas buscando ventajas personales, sin importarles un carajo que los gobernados pasen toda clase de necesidades, mientras ellos, los congresistas, invocando precisamente las necesidades de sus electores, se dan gusto comiendo y soltando huesos. Pero aún así, caro Magino, es preferible mantener un Congreso activo, aún cuando se busque la forma de enderazarlo. Lo peligroso de todo ésto es que en aras de la “democracia pura”, se eliminen los partidos políticos, se eliminen las Cámaras Legislativas, y todo se ponga en manos del “salvador”, del “hombre nuevo”. Ahí sí es verdad que nos jodimos….  Maginito, antes que lo olvide, muy correcta entiendo la decisión de la Suprema Corte de Justicia, aquella de declarar inconstitucional la ley de expansión de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional, para incluir en el organismo a los Gigantes y los Piratas. Esa ley es un disparate tan grande como aquella de los días del doctor Jorge Blanco, cuando se obligó a la Liga a recibir a los Caimanes de San Cristóbal. Me alegra el fallo de la Suprema, pues desde los días de los Caimanes censuré la disposición congresional presionada por el Ejecutivo. Los Caimanes desaparecieron por incosteabilidad y de nada sirvió la ley. Los Piratas no pudieron entrar en la Liga también por razones económicas y la ley fue un cero a la izquierda. Lo de los Gigantes es otra cosa. La Liga los aceptó, tienen financiamientos y ahí está convertidos en una realidad, en una realidad impuesta por el medio, no por ninguna ley demagógica y disparatada.

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