Querido Magino, la confección del proyecto de Presupuesto y Ley de Gastos Públicos para el año próximo ha sido un tremendo dolor de cabeza para el gobierno, hasta el punto de que todavía no ha superado sus dificultades con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Conocedores de la «materia presupuestaria» afirman que el gobierno deberá convertirse en un mago para evitar que el año fiscal 2008 cierre con déficit. La administración pública no contará el año que viene con los ingresos extraordinarios por unos veinticinco mil millones de pesos percibidos en el 2007. Pero sí tendrá que enfrentar presiones por aumentos de asignaciones. Y esas presiones no son chiquitas. Se le reclama al gobierno que entregue el cinco por ciento del presupuesto de ingresos para la educación, algo que cuenta con el apoyo de la población y de la ley. Otro porcentaje es reclamado por el Poder Judicial, con el que el Poder Ejecutivo mantiene relaciones armónicas y respetuosas. Mientras el gobierno es presionado por distintos sectores, para conseguir mayores asignaciones que este año, la otra cara de la moneda no es agradable. Al Banco Central tendrá que entregársele una boronita rendida para que retoce con su déficit fiscal y dado el aumento en los precios del petróleo, cualquiera no se faja con los subsidios que deberá cubrir el Estado en el campo energético y en el consumo del gas propano para el transporte y el uso de ese combustible por las amas de casa. Y como si todo eso fuera poco, el gobierno se verá obligado a consignar en el proyecto el costo de muchísimas obras necesarias, herencia del paso de la tormenta Noel. No se puede pasar por alto un hecho: el proyecto tiene que ser aprobado por el Congreso Nacional. Nadie sabe cómo reformará ese Congreso el instrumento. De seguro no será en los 70,000 millones que deberá consignarse en el presupuesto de Hacienda para cubrir pagos de la deuda externa. Al Congreso irán quienes consideran que hay que darles «lo mío». Usted oirá muchísimos lamentos de defensores de ONG. Y lo lindo del caso es que gente que quiere la rebaja de los impuestos no se ruboriza a la hora de exigir mayores gastos. Magino querido, vamos a esperar que el proyecto de presupuesto llegue al Congreso. Habrá ocasión para divertirse y para lamentar que esa cosita no constituya un mecanismo de desarrollo, como debería serlo… ¡Interior y Policía prohibió los fuegos artificiales! ¿Será verdad tanta belleza?… La Junta Central Electoral pide al gobierno que le facilite 7,800 millones de los hediondos para cubrir sus gastos del 2008. Tendrá que transarse por menos molongos. Por ejemplo, la JCE considera que los equipos para procesar los datos de la cedulación «son obsoletos». ¡Y deben ser cambiados precisamente en un año electoral! ¡No fuña Magino! También se indica que la JCE expedirá 600,000 actas de nacimiento. Se dotará de ese documento a 17,983 estudiantes que carecen del mismo. Para el montaje de las elecciones presidenciales del 16 de mayo del 2008, la JCE ha pedido al gobierno 3,400 millones de pesos y una partida de 323.2 millones para una segunda vuelta, si esta es necesaria. Los gastos estimados para permitir votar a los dominicanos residentes en el exterior llegarán a unos 236 millones de pesos. Carajo, cualquiera se explica que Fidel dijera «elecciones, ¿para qué? aunque después cambiara de idea y estableciera «el partido único. Mientras tanto, querido Magino, busque los chelitos para que los comicios del 2008 se efectúen sin problemas… Muammar Kadhafi, el hombre fuerte de Libia, fue una verdadera atracción en la reunión de europeos y africanos en Lisboa. Kadhafi estremeció el ambiente en la ciudad «antigua y señorial», cuando justificó el terrorismo de los pequeños. Y al día siguiente manifestó que una asociación de Europa y Africa requiere que los europeos paguen a los africanos por las riquezas que han obtenido a través de la colonización. ¡Ni el Mahatma!tt