Hola, Magino. Me dijeron que quien está muy contentito con su reactivación pública es monseñor Agripino Núñez Collado, a quien de nuevo le entregan la mandurria en el foro constitucional que se discute desde hace un par de días. El obispo católico tiene una larga hoja de servicios contribuyendo a desenredar entuertos.
En los últimos meses, sin embargo a monseñor Núñez Collado lo tenían en el banco y en algunas ocasiones le enviaban al bull pen. Los preparadores de pitcheo, sin embargo, observaron que en los últimos entrenamientos el prelado soltaba la recta por encima de las noventa millas y la bola se movía. Ya con Agripino de nuevo en actividad no dude usted que un día le entreguen la bola para que tire contra el serpentinero derecho Waldo Ariel Suero y evite, así, que en el momento menos esperado le entren a palos al inquieto muchachón
Caro Magino, formidable el segundo debate entre los candidatos presidenciales Barack Hussein Obama y John McCain. Obama, primer aspirante negro a la jefatura estadounidense, se desenvolvió con una soltura extraordinaria en sus exposiciones sobre la economía mundial y de su país en particular. El Partido Demócrata está supercontento con su moreno y espera instalarlo bien pronto en la Casa Blanca. El republicano McCain, sin embargo, luce muy confiado y es evidente que tiene seguidores, muchos seguidores, aun cuando las encuestas diarias dan la ventaja a Obama
¿Qué el gobierno paga 700 millones de pesos, cada mes por fraudes eléctricos y conexiones ilegales en perjuicio de Jode Sur? ¿Y qué? Eso es de aquí hacia allá. Y de allá hacia acá no cae alguna boronita? Magino, este si es un problema serio y difícil solución. A base de cambimba no se puede decidir favorablemente y no es verdad que se pondrá fin a las conexiones ilegales. Hay una fórmula que se puede dirigir a combatir la demagogia y hacer que el cliente pague lo que consume: soterrar los alambrados y así impedir las conexiones ilegales en los postes, que dejarían de existir. Pero eso, lamentablemente, costaría una fortuna
Por tratarse de la salud, querido Magino, hay que ponerle caso a los medicamentos argentinos que entran sin llenar los requisitos legales. Póngale el ojo al sulfato de morfina Gray, un analgésico; midazolón Gray, sedante; Fentalino, analgésico; vancomicina Gray, antibiótico; fanitoina Gray, antiepiléptico. No se puede jugar con esta vaina, Magino. No solo hay que confiscar estos medicamentos y darle por la cabezota a sus importadores, quienes demuestran que no les interesa un carajo la salud de sus correligionarios. No es que los medicamentos sean malos. Es que hay que probar que son buenos.