Buen domingo, querido Magino. Tengo para decirle que cuando la isla artificial cumpla su primer centenario de vida, no hay duda alguna de que una de las canciones conmemorativas será Cucurrucucú, Paloma, en la voz del querido amigo Eduardo Selman. Lo que no podemos saber es si la interpretación estará contenida en un CD o en lo que exista para la época…

Según la revista Der Spiegel, de Alemania, estafadores, evasores de impuestos, narcotraficantes y pederastas germanos se encuentran disfrutando de las delicias de la República Dominicana, mientras las autoridades de su país los esperan para garantizarles el debido proceso. Tengo entendido que esos visitantes germanos jugarán aquí como nativos, pues refuerzos no serán, dada la calidad de sus colegas quisqueyanos, calidad probada en los mercados más exigentes del mundo, comenzando por el de los Estados Unidos. La secretaria de Educación, en broma o en serio, con buen humor o mal humor, desea que los medios de comunicación, cada día, se refieran a dos escuelas en mal estado. Trataremos de complacerla…

Una cosa llamada Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU) se irá a un paro de dos horas el lunes en señal de protesta por el hecho de que el gobierno se gana 54 pesos en cada galón de gasolina que se consume en el país. El martes, la misma CNTU montará un piquete en el Centro de los Héroes, frente al edificio del Congreso Nacional, en reclamo enérgico para que se rechace la reforma fiscal. Viendo cosas como éstas, mi querido Magino, es que uno se da cuenta de por cuáles motivos el sindicalismo dominicano está como está, es decir, requetejodido hasta la pared del medio, con excepción de aquel sindicalismo patronal que se ha descubierto, precisamente, en el transporte público. Se quiere una rebaja en el precio de los combustibles y al mismo tiempo cero reforma fiscal, lo que agradeceremos los de arriba. Los timbales que se tocan en algunos combos y viejas orquestas son la del carajo al lado de estas pretensiones. La política que se sigue alrededor de los combustibles en el país, a lo mejor, no es la más sana y puede que necesite revisión. Pero al mismo tiempo se puede decir: ¡Qué ganas de fuñir la pista tiene Ramón Pérez Figuereo!…

¿Que hay muchos delincuentes extranjeros refugiados por aquí? ¿Y qué? Deje, Maginito, que alguien se decida a investigar el otorgamiento de pasaportes y nacionalidad dominicana a chinos y a oriundos del mundo árabe, la mayoría sin ni siquiera conocer la República Dominicana. Esos negociazos, que se hicieron hasta hace unos añitos, pusieron a circular más millones que el carajazo…

Maginito, ¿Y qué le parece a usted el juego que lanza la Junta Central Electoral (JCE) en el caso de las denuncias formuladas por el juez civil Luis Felipe Rodríguez, de la Duodécima Circunscripción. Este juez civil se atrevió a denunciar lo que considera anomalías en el área de las oficialías y de la propia JCE, recibiendo masivo respaldo poblacional. Pidió que las certificaciones de nacimiento fueran expedidas gratuitamente y que a los oficiales del Estado Civil se pagaran salarios decentes, pero que el dinero recaudado por la prestación de servicios no sirviera para enriquecer a unos cuantos vivos…

La JCE, de acuerdo a informes, acaba de suspender al magistrado Rodríguez, por indisciplina, y alega que la JCE tiene una política informativa que no es la de que sus oficiales estén formulando pronunciamientos individuales. Con cosuanitas como éstas es que se acabará de joder el país. ¿Cuándo denunció la JCE lo que pasaba en sus oficialías? ¿Sugirió la JCE, en alguna ocasión, que básicos servicios de las oficialías se prestaran gratis? ¿Favoreció, en ocasión alguna, que se pusiera un salario a los oficiales, en vez de la práctica del toma y daca?

Mire, Maginito, nos hemos opuesto a programas financiados hasta por el Banco Mundial, para que se otorgue autonomía a las oficialías del Estado Civil, pues algún control tiene que existir en el otorgamiento de la nacionalidad que dan ciertos papeles. Pero de ahí a respaldar las actuaciones de la JCE que aparentemente luzcan arbitrarias hay una gran diferencia. Por eso, Maginito, es que favorecemos algunas propuestas que se han hecho en los últimos tiempos: a) que determinados servicios prestados por las oficialías sean gratuitos; b) que los oficiales de Estado Civil sean decentemente remunerados por el gobierno central y c) que el dinero recaudado por las oficialías del Estado Civil se deposite en el Fondo General de la Nación y sea manejado como un ingreso más del gobierno. Que el status de la JCE frente a las oficialías permanezca como actualmente está, pero sin manejo alguno de recursos económicos.