¿Qué si reembarcan los vehículos de motor, modelos 1999 hacia atrás tal y como manda una disposición de los días de don Hipólito, se evitaría que los pobres pudieran comprar su carrito? Carajo, hay que tener timbales cuadrados para decir eso. ¿Y cuándo un pobre ha podido comprar un carro en este país? Mire, Maginito, no sea demagogo y evite la chatarrización completa de esta media isla, que la otra se jodió.

Esta situación es tal, que si viviera Castor Vispo, el libretista de «La Tremenda Corte», pudiera escribir «el chatarricidio»… Eso es lo mismo que con los efectos electrodomésticos usados. Se quiere tomar por pendeja a la gente, dándole cuenta que las importaciones de esos efectos sirven para que los «pobres» puedan adquirir a «buenos precios», un televisor, una nevera, una estufa y hasta una plancha eléctrica. La experiencia ha probado que hay jureles que traen furgones de electrodomésticos que declaran como usados y usados figuran dos o tres pendejaditas y el resto, nuevecito, es para fastitidiar a las Aduanas. La suerte es que con Miguel no hay tu tía y los contrabandistas, en gran medida, han encontrado el cura de su pueblo. No fuña nadie, Maginito, a acabar con tanta chatarra, con tanta porquería, para poner fin a este país «de segunda mano»… Matamoros cantaba «cada vez que me acuerdo del ciclón / se me rompe el corazón». Ahora río cada vez que me acuerdo del apagón. No del apagón de cuatro, cinco, seis y más horas que me regala a cada rato Jode Sur, sino de aquel apagoncito de catorce minutos en el Palacio Nacional, cuando el presidente Leonel Fernández conversaba con congresistas y empresarios en relación a la denominada reforma fiscal. Es buenito que los allí reunidos probaran un chin de su propia medicina, aunque fuera una cucharadita, para que vieran que amargo es el sabor de la vaina esa… Anestesiar un paciente, Maginito, no es una pendejada. Puede ser hasta cuestión de vida o muerte a la hora de una cirugía. Por eso, cualquiera se espanta ante la declaración del director médico de la Maternidad de Los Minas: no son anestesiólogos quienes anestesian a las mujeres que van a ser sometidas a cesáreas, aunque alega que el personal que trabaja en eso ha sido entrenado por los especialistas. ¡Carajo! ¿Y hemos llegado a ese punto, en un país de botellas y botelleros?… La prensa dice que cuatro niñitos fueron violados en Boca Chica, pero parece que por cuestiones vinculadas al Código, no se indica como se llamaba el violador… Pata para el síndico Roberto Salcedo. Avenidas y calles decoradas para Navidad lucen bellísimas. Eso es bueno. También la ciudad ha cambiado bastante en cuanto a limpieza se refiere. Es verdad que al síndico se le paga para eso, pero muchos, al parecer, lo habían olvidado. Que sigan los decorados de calles y avenidas, y al carajo con los gritos de los siempre inconformes con todo…r Suponemos que cuando menos ya está redactado el decreto otorgando una pensión del Estado a los «guloyas» que acaban de ser declarados «patrimonio de la humanidad» por la Unesco. Esos cocolos son motivo de legítimo orgullo para todos, pero no pase por alto que todos son pobres y cargados de problemas, sobre todo Linda, que ya cuenta 71 años. A celebrar con ellos sí, pero también a ponerlos en condiciones de que vivan decentemente. … Pero bueno, señores, todavía le dan vueltas a la ruleta antes de comenzar la operación del aeropuerto La Isabela, que habrá de sustituir al de Herrera. ¡Que se abre mañana, que se abre el mes que viene, que se abre dentro de dos meses! ¡Que lo- certificaremos, localmente desde luego, en los próximos días, que eso es un hecho! Y el aeropuerto ahí, más cerrado que un coco de agua y solo como carne de cañón para que los funcionarios oficiales, de este y del anterior gobierno, se dieran banquete hablando pendejadas. La verdad de todo es que lo que mal comienza no puede terminar bien. Se dieron consejos antes de comenzar el trabajo, pero había que gastar dinero y mucho por cierto. Hoy ahí está la obra que no puede comenzar a servir, que las autoridades internacionales no certificarán, que las compañías de seguro no protegerán a las aeronaves que allí operen, y demás yerbas. ¡Sigan jodiendo!.