Coctelera

Coctelera

Buen día, Magino. Merecen apoyo las declaraciones formuladas por el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, para que se cancelen las Organizaciones no Gubernamentales (ONGs) que pertenecen a funcionarios públicos, en adición a la de los legisladores. Y ese dinero también debería ser destinado  a la ejecución de planes sociales que beneficien a las clases más necesitadas. Entre esos planes sociales se encuentran los de salud, que bien podrían canalizarse a través de instituciones que operan desde mucho antes que el “hermano mayor” concibiera el patrocinio de las ONGs. Esas instituciones son las que se dedican a ofrecer a los más necesitados tratamientos para enfrentar el cáncer, los males del corazón, las enfermedades de la piel, la rehabilitación de los impedidos, las escuelas para los sordomudos, la rehabilitación de los ciegos, etcétera. Toda inversión gubernamental que se haga en ese campo serán aplaudidas por la ciudadanía…  El “comesolismo” es la del carajo cuando de recaudar dinero se trata. Ahora nos sorprenden con unas declaraciones del superintendente de Energía, en las cuales se sugiere que a las empresas no reguladas por las Jode se les cobre el 16% correspondiente al ITEBIS. Los empresarios y las agrupaciones empresariales consideran que esa es una especie de atraco a mano armada, pues la Ley de Electricidad no autoriza un cobro de esa naturaleza. Asociaciones industriales, que no son bizcochitos cabeza de niño, han pegado el grito en el cielo, con sobrada razón y hacen peticiones muy justas al señor Superintendente.  Como desde el señor Presidente de la República hasta funcionarios medios de su gobierno viven, constantemente, denunciando que grandes empresas son los principales ladrones de la energía eléctrica, es tiempo ya de que se revelen, con pelos y señales, los nombres de esos depredadores públicos que no sólo merecen sanciones morales sino también muy buenos carcelazos que se le dan por aquí a cualquier infeliz por apoderarse de un pollo ajeno, a lo mejor para mitigar el hambre durante un día…  También tenemos que hay sus problemas en la renovación de las placas de vehículos de motor, cuyo plazo vence el próximo día 10 y que según las autoridades recaudadoras no será prorrogado. Es cierto, muy bien cierto, que en este país existe la cultura de dejarlo todo para última hora, pero también es cierto que el Estado tradicionalmente crea barreras al contribuyente para que pueda cumplir con sus obligaciones. Impuestos Internos quiere modernizar todos sus sistemas de recaudaciones y es muy justo reconocer que desarrolla ingentes esfuerzos por educar a los ciudadanos en este orden. En cuanto a la expedición de las nuevas placas o marbetes se han presentado problemas para la renovación de las mismas, en vista de que en las matrículas, en lugar del número de la Cédula del propietario del vehículo, figura el de un genérico impuesto por el recaudador. Cuando se acude a la renovación de la placa comienza el juego del brinca la tablita. Se pone a dar brinco al solicitante hasta que cae en una oficina que finalmente le es señalada. Allí tiene que mostrar su Cédula para hacer el cambio de lugar y pagar una especie de multa de cien pesos. Cualquiera se pregunta por qué tiene el contribuyente que hacer ese pago adicional por un “error que no ha cometido, cuando se supone que Impuestos Internos, en su base de datos, tiene que tener todos los registros”. Desde luego, no es un porcentaje excesivamente grande el que  pasa por esa situación, pero diez mil automóviles inmersos en la misma producen unos chelitos adicionales…  Se informa que el parque vehicular es de unas 700,000 unidades y que a la fecha pocos más de 300,000 han renovado su marbete. Como no hay prórroga, según las autoridades, cabe suponer, que miles y miles de vehículos no podrán circular en las calles a contar del martes próximo. La Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) ha dicho que “incautarᔠlos vehículos que carezcan del marbete, aunque los recaudadores han sido muy prudentes y hablan de retener. A lo mejor AMET, como un puro cuerpo represivo, entiende que presta un gran servicio apoderándose de los vehículos y llevándolos al canódromo, para que allí vayan a procurarlos sus propietarios, quienes tienen que hacer pagos por las grúas que los remolcan los agentes ametianos, los cuales se supone que tendrán menos tiempo para chopear en la calle. ¿Y a propósito, las grúas que usa AMET son contratadas de grado a grado o por concurso?…   La Confederación Patronal se opone a un aumento de salario, y considera que lo lógico es que se mejoren las condiciones de vida de los trabajadores. Estamos completamente de acuerdo: Y nada mejor para mejorar las condiciones de vida de esos trabajadores que la Confederación y sus más altos dirigentes patrocinen medidas como las de que a los trabajadores las empresas a las cuales sirven les cubran los gastos de supermercado, el pago de las escuelas y colegios para sus hijos y el servicio de la energía eléctrica. ¡Ese sería un verdadero palo social!….

Publicaciones Relacionadas

Más leídas