Coctelera

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Creo,  querido Magino, que las autoridades dominicanas no tienen que gestionar entrevista alguna entre los presidentes Leonel Fernández y René Preval para tratar el que se convierte en espinoso tema: la prohibición del gobierno de Haití a la entrada  de pollos y huevos producidos en la República Dominicana.

Este es un caso bien sencillo que los haitianos convirtieron en abusivo. El gobierno haitiano conoce  que en nuestro país no existe fiebre o gripe aviar alguna. Es más, como buenos boca de burros que somos, le abrimos las puertas a las autoridades haitianas, las que pudieron inspeccionar nuestras granjas avícolas y comprobar la inexistencia de plaga alguna. El secretario de Agricultura haitiano así lo admitió y dijo que el informe de la comisión  sería considerado para levantar la prohibición «con ciertas condiciones». Nada de eso, mi querido Magino, puede ignorarlo  Preval…

Mientras  tanto, los productores de pollos y huevos  pasan las de Caín, por una medida draconiana de un gobierno que se define de «amigo». Esa desesperación ha motivado que los Criadores de Pollos del Norte  pidan una reunión entre  Preval y Fernández,  que solo iría en beneficio de los haitianos, quienes podrían decir que nos humillamos, que tuvimos que bajar la guardia para lograr que Haití levantara la prohibición…

Pero debo decirle,  mi querido Magino, que hay otra fase interesante alrededor de la prohibición. Aquí existe una «Red de Encuentro Dominico-haitiana Jacques Viau», formada por nacidos en el país de origen haitiano. Esa «Red» se dirigió al presidente Preval y al primer ministro Jacques Edouard Alexis, reclamando que se levante la malhadada prohibición. Acusaron a empresarios haitianos, no identificados, de estar detrás de la prohibición con el objetivo de importar pollos y huevos de  Estados Unidos, Panamá y Venezuela. Por coincidencia, don Magino, el secretario de Agricultura, Chio Jiménez dijo que el país buscaría el mercado venezolano para venderle los «excedentes» de pollos y huevos. Respeto esa gestión, pero entiendo que la exportación es una industria que produce para vender fuera y eso no puede ligarse a excedentes. Volviendo al tema, la Red hace una ardorosa defensa del comercio domínico-haitiano y señala que la prohibición no solo afecta a los productores dominicanos «sino a los ciudadanos haitianos que se ganan el sustento y aportan su mano de obra en las empresas avícolas locales». La Red busca pescar en río revuelto en una causa justa y si Preval los complace,  serían los gananciosos…

Hoy es 26 de enero.  ¿Qué te hemos hecho Juan Pablo? ¿Por qué traicionamos tus ideales? ¿Por qué no podemos ser honrados como tú lo fuiste? ¿Cuándo escarmentaremos a los verdaderos traidores como tú pregonaste?

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